Así lo manifestó el ministro de Desarrollo Social de la Provincia, Gabriel Yedlin, en el marco de una entrevista telefónica que mantuvo ayer durante la emisión del programa radial «Veníamos Bien». Allí, el funcionario se refirió a la actualidad social, económica y política que atraviesa tanto Tucumán como el país.
Durante la primera parte de la entrevista, el ministro hizo un contrapunto entre la administración provincial y la nacional: «Hay dos escenarios muy distintos, uno que es el que resulta del Gobierno Nacional, y otro de lo que es acá en la provincia. A nivel nacional entiendo que estamos entrando en el último año de un gobierno que lamentablente ha tenido enormes fracasos, que no ha podido encontrar el rumbo económico, y eso se ve a la clara en los precios. Esto ha afectado más a los sectores humildes, pero también a la clase media que ha tenido que volver a usar algunos servicios públicos que antes no usaba».
Posteriormente, Yedlin se refirió a la administración del Gobernador Juan Manzur. «En Tucumán tenemos una provincia que está ordenada, prolija, que ha tenido paritarias y todos los dias de clases, sin paros; que no se ha endeudado y no tiene déficit fiscal. Son dos modelos distintos, y son los que se van a poner en discusión el año que viene, y la discusión tiene que pasar por ahí, sin dejar que nos confundan hablando de Boca y River, como está pasando hoy».
Al ser consultado sobre el ritmo de la interna del justicialismo a nivel provincial, el Ministro optó por ponerse por arriba de la disputa comarcana: «Nosotros entendemos que nuestro adversario político es el Gobierno Nacional. Claramente la culpa de que a la gente no le alcance para comer la tiene el Gobierno Nacional», expresó el ministro, considerando un desacierto las declaraciones de los dirigentes que intentan pegar a Manzur con Macri.
Para concluir, el titular de Desarrollo Social, reinvindicó la política del ministerio que comanda: » Nosotros abrimos 100 comedores en escuelas que solo tenían desayuno. Lo hicimos con fondos de la provincia porque la Nación no mandá mas. Los niños van a la mañana, desayunan, estudian, y se quedan un rato mas para almorzar. Estamos muy orgullosos de poder ayudar a que nadie pase hambre. No me parece que esté mal asistir a la gente que lo necesite, lo que si creo es que no hay que hacer política con el hambre de la gente».
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