Las organizaciones sociales salieron al cruce de la ampliación de la «Tarjeta alimentar» presentada por Alberto Fernández el sábado, que llegará a 2 millones de personas y se ampliará a chicos de hasta 14 años de edad, con aportes de 6000 pesos para las madres con un hijo, 9000 para las que tengan 2 y 12 mil si son tres.

Las críticas llegaron de dos habituales aliados del Gobierno, como son el líder del Movimiento Evita Emilio Pérsico y el de la Ctep Juan Grabois, para quienes la tarjeta no ayuda a paliar la pobreza de los sectores más humildes.

«El gasto en ayuda directa, la tarjeta Alimentar, nos incluye como consumidores, pero eso no es inclusión social, la única inclusión es el trabajo. No resuelve el problema de la inflación, porque se la come la inflación. La tarjeta es pan para hoy y hambre para mañana», sostuvo Pérsico en un video que difundió este sábado, a horas del anuncio presidencial.

Pérsico le reclamó a Alberto invertir en el programa Potenciar Trabajo, que administra él mismo y agrupa a 870 mil beneficiarios del salario social complementario con ingresos de $11.772, la mitad del salario mínimo vital y móvil, que hoy es de $23.554 (y que recién en febrero de 2022 llegará a $29.160)

«Cuando se creó el PRIST (Programa Ingreso Social con Trabajo), que luego le dio origen al Argentina Trabaja y hoy es el Potenciar Trabajo, de los recursos que ponía el Estado en generación de trabajo, el 50% se destinaba en inversión productiva (materiales y herramientas) y el otro 50% al salario. Hoy estamos por encima del 5%, llegando al 10%. Creo que ese es un problema grave», sostuvo Pérsico.

«Muchas veces leo que somos un Gobierno que ajusta, un gobierno mezquino. Cuando uno ve estas cifras, nuestra vocación por la progresividad es manifiesta», sostuvo Fernández. Se refería al costo de la ampliación de la política alimentaria, que representan una inversión de $123 mil millones, el equivalente al 0,33% del PBI, desde febrero. Ese es la cifra que reclama Pérsico. «No tenemos que separarnos, pero tenemos que alzar la voz cada vez más para que nos vean».

Más duro fue Grabois, que en una nota de opinión en el El Diario.ar calificó el plan alimentar como «un ejemplo de asistencialismo puro» y no «una ampliación de derechos porque esta prestación no forma parte del sistema nacional de Seguridad Social como la Asignación Universal por Hijo», ni «de una política de Estado».

«Nuestro gobierno comete errores permanentes por una incomprensible ceguera», atacó y acusó al Gobierno de tener «un enorme desconocimiento de la realidad, un temor reverencial a los formadores de opinión, una confianza infantil en los formadores de precios, una enorme desvalorización de los trabajadores, una enorme sobrevaloración de los tecnócratas y una adicción inocultable a los focus groups.

«Masificar el asistencialismo no es el camino. La Tarjeta Alimentar es eso. Es también la reproducción aggionarada de los programas de trasferencia condicionada de ingresos del menemismo. Es una política «focalizadas» de cuño neoliberal porque no consagra derechos permanentes, no crea puesto de trabajo, no genera bienes sociales durables, no promueve el desarrollo humano integral», finalizó.

Fuente: La Política Online

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