Por Martín Faciano

En ausencia del gobernador Juan Manzur (que se encuentra en una misión oficial en Estados Unidos), el presidente Mauricio Macri, próximo a culminar su mandato, visitó Tucumán con el objeto de intentar empezar a repuntar la contundente derrota que experimentó en las PASO de Agosto.

Con la excusa institucional de supervisar obras, el mandatario nacional visitó la provincia en la cual el pasado 11 de Agosto, el 75 % de los votantes le dio la espalda al proyecto que conduce.

En la antesala de la visita presidencial se había suscitado una polémica por el Espacio de Primera Infancia construído en Tafí Viejo con el dinero recuperado de la causa conocida mediáticamente como «Las valijas de Antonini Wilson». Es que pese a que el EPI  hoy fue inaugurado políticamente, todavía no cuenta con  la habilitación municipal para funcionar.

Desde la dirigencia amarilla comarcana, apuntaron contra el jefe municipal taficeño Javier Noguera, quien en reiteradas veces tuvo que aclarar que la habilitación municipal no es un acto discrecional del intendente, es un acto administrativo que debe formalizarse.

Sin embargo, pese a estar en el centro de las acusaciones por parte de los funcionarios cambiemitas, el intendente taficeño optó por poner paños fríos a la cuestión y utilizó sus redes sociales para pedir que se reciba al presidente con civilidad. Como contraparte, el presidente Macri, durante la «inauguración» del EPI en Tafí Viejo, dejó de lado formalidad y la diplomacia durante su discurso, responsabilizando nuevamente al alcalde taficeño por la habilitación no conseguida para que el EPI comience a funcionar.

El fondo y las formas

Lo paradójico de la situación es que el mismísimo presidente, y los representantes de este Gobierno Nacional que tanto supo enarbolar las banderas del diálogo y el consenso, hoy con tribunas periodísticas y balas de tinta, apuesten a la confrontación para tratar de ocultar las incumplidas promesas de campaña en matería de educación y obras públicas.

En este sentido se expresó el ministro de Desarrollo Social de la provincia Gabriel Yedlín, quien a través de su cuenta de Twitter fue a la discusión de fondo: «La visita del presidente Macri, como candidato, me lleva a pensar en una promesa de su gobierno para Tucumán: la construcción de 40 Centros de Desarrollo Infantil. En 4 años se hicieron solo 2», escribió el titular de la cartera provincial de Desarrollo Social,

En la misma sintonía se manifestó el ministro de Educación, Juan Pablo Lichtmajer, quien también a través de Twitter fustigó al mandatario cambiemita: «el presidente Mauricio Macri prometió hace cuatro años, que todos los niños y niñas de 3 años tendrían jardines de infantes. Hay mas de 30 mil niños y sus familias que aún esperan que cumpla su promesa», sentenció Lichtmajer.

El énfasis y la determinación del presidente Macri y sus representantes, en confrontar con el representante del municipio taficeño no parece una acción política realizada al azar. Es quizás la manera de ganar tiempo que el macrismo ha encontrado  para así  llegar hasta Octubre, tratando de marcar una agenda paralela, evitando hablar  así del final del congelamiento de los combustibles y del incremento del precio del mismo a partir de mañana.

Pese a todas las cortinas de humo, las explicaciones sobre el descalabro financiero llegarán más temprano que tarde, primero de una manera más amistosa a instancias de los debates previo a las elecciones generales, y muy posiblemente después del 10 de Diciembre a instancias judiciales, cuando el Jefe del Poder Ejecutivo nacional y su séquito de funcionarios jerárquicos abandonen la «Salita Amarilla» para empezar a pasillear en Comodoro Py.

 

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