Por Martín Faciano

La formalización de las listas que se presentarán en las PASO del Frente de Todos ha sido la culminación del proceso rupturista que se empezó a acelerar en el oficialismo provincial desde la elección del ombudsman, el pasado 9 de marzo, cuando tras el triunfo parlamentario del jaldismo en su voluntad de imponer a Eduardo “Lalo” Cobos en la Defensoría del Pueblo, se produjo la fractura del bloque “Justiciacialista de Todos”.

Con el gobernador Juan Manzur presentándose como jefe de campaña del espacio que postula a Rossana Chahla y a Pablo Yedlin encabezando las precandidaturas para ambas cámaras del Congreso de la Nación, se interpreta que el mandatario provincial apunta a posicionarse ahora como el único armador, para luego consagrarse en los comicios como el gran elector.

Para ello, decidió correr el eje de la interna apostando a plebiscitar la gestión de la pandemia en las elecciones venideras. Con la colocación de dirigentes con específico peso territorial  en la nómina de manzuristas, subordinando el ala política al ala técnica, Manzur ha dado muestras de no descuidar en lo más mínimo la estrategia territorial. Por eso, con precisión quirúrgica, equilibró las listas distribuyendo representantes de todas las secciones, situándolos debajo de las principales referencias sanitarias locales de la última década.

En el plano discursivo Manzur sigue con su táctica de no confrontación. Así,  evita subirle el precio a una compulsa que pareciera sentirla ya resuelta en su favor, e impide la amplificación del volumen del mensaje de su adversario negándole además el centro de la escena. “Jaldo va a perder y va a perder con la Doctora Chahla”, sentencia el Presidente del PJ Tucumán, vaticinando una gran elección, remarcando la prudencia y la serenidad de quienes integran su lista.

Por el lado del armado del vicegobernador Osvaldo Jaldo, encabezando el mismo la nómina de precandidatos para la Cámara de Diputados de la Nación, y acompañado del veterano monterizo Juan Antonio Ruiz Olivares como aspirante a llegar al Senado, se visualiza un espacio que estructuró su lista con una fuerte impronta y un evidente sesgo territorial: la alternación de hombres y mujeres con despliegue territorial en las secciones electorales Oeste y Este muestran la carencia del vice en la sección electoral con más votantes de la provincia: Capital.

Con esta conformación de su lista, el jaldismo usa el interior, como uno de sus principales elementos discursivos, recreando por analogía las clásicas tensiones entre el centro y la periferia.  Desde este espacio parecieran afrontar las PASO como si fueran una típica interna partidaria pero con una retórica cargada de críticas al oficialismo manzurista y a todo lo vinculado al Poder Ejecutivo. Es que el discurso de barricada que ha elegido Jaldo para pronunciar cada vez que puede, pareciera equiparar al jaldismo a cualquier otro espacio opositor. Como un patrón de estancia culposo de haber visto engordar su ganado desde la más absoluta pasividad, hoy Jaldo culpa al chancho de todos los males de la provincia y dice que el ya no será más el culpable de darle de comer.

 “El espacio de Juan Manzur va por una reelección, va por una modificación de la Constitución provincial y por perpetuarse en el poder, como un (Gildo) Insfrán en Tucumán”, dice Jaldo ante La Gaceta,  negativizando a su compañero de fórmula y fustigando por elevación  al mandatario formoseño que acompañó en el Teatro Mercedes Sosa a la actual dupla gobernante en su acto de reasunción en 2019.

A 45 días de la jornada en que el peronismo comarcano resolverá sus diferencias en las urnas, todo parece indicar que los ejes discursivos de ambos bandos ya están marcados. Nada hace pensar que desde el jaldismo puedan proliferar mensajes que no tengan por objetivo construir al manzurismo demonizándolo. Como contraparte, parece difícil que las cabezas de la lista manzurista y sus demás integrantes puedan salirse del eje de la gestión, para referirse al vicegobernador y al espacio que conduce.  Para ofuscar, desacomodar al titular de la Legislatura o generarle ruido en la tropa, seguramente entrarán en juego los hábiles declarantes con lenguas filosas que bien han contribuído a que se dinamiten los puentes y que la principal estructura política de la provincia se encuentre en un escenario impensado en el cual la pelea será todo o nada.

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