El alto porcentaje de corte de boletas en la jornada electoral del domingo pasado, ha llegado a determinar situaciones totalmente insólitas. Una de ellas, por ejemplo, el caso de los hermanos Romano Norri.

Mientras que Agustín Romano Norri apuntaba a repetir su mandato como concejal por San Miguel de Tucumán, su hermano Federico Romano Norri intentaba llegar a la Honorable Legislatura. Pero las tijeras usadas por los electores en el cuarto oscuro  hicieron que sólo el edil llegara al concejo deliberante, imposibilitándole al candidato a legislador acceder una banca.

Si los Romano Norri no fueran hermanos, y este corte récord se hubiera dado en un acople en el cual los candidatos no tuvieran lazos sanguíneos, la situación probablemente se hubiera tensionado al extremo y quizás también, en ese caso, podría llegar a pudrirse todo entre los cabezas de lista. Sin embargo, pese al mal trago, entre los hermanos primó la racionalidad, y la cosa quedó ahí nomás.

Pero ¿Como se explica tamaño corte de boletas entre ambos candidatos de una misma lista? Quizás la diferencia de  aproximandamente 1200 votos entre Agustín Romano Norri y su hermano Federico sea el correlato de lo que pasó entre Germán Alfaro y Silvia Elías de Pérez en  las categorías de intendente y gobernador.

Aunque en muchos casos se menciona que hubo una vasta cantidad de dirigentes que entregaron los votos directamente cortados,  lo cierto es que dentro del cuarto oscuro también  hubo un considerable genuino corte de boletas por parte de los votantes que decidieron darle la espalda a algún candidato o  candidata.

Entre los correligionarios, solo los más malpensados se animan a pensar  y expresar que el edil reelecto jugó para perjudicar a su hermano. Como contraparte, la mayoría de los radicales de bien prefieren creer que para Federico Romano Norri, la senadora nacional fue algo peor que su salvavidas de plomo.

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