Un considerable despliegue hizo el intendente de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro, para trasladarse hasta Jujuy y reunirse allí con el gobernador Gerardo Morales. Una comitiva de funcionarios con empleados municipales, legisladores y hasta un movil de Los Primeros se trasladaron hasta la provincia casi vecina, que conduce el mandatario radical.

Luego de una agenda institucional cumplida por los alfaristas y radicales que viajaron a Jujuy junto al ex diputado nacional José Cano (que ofició de facilitador del encuentro y maestro de ceremonia), en el salón de un hotel se produjo el encuentro que terminó con la foto y el presunto apoyo de Morales a la candidatura de Alfaro.

«Nosotros tenemos una gran oportunidad en Tucumán de poder cambiar las cosas, de transformar la provincia. Sabemos que Germán es candidato a gobernador y también está Roberto Sánchez, que es otro de los candidatos. Y hay que buscar la mejor opción”, expresó Morales, metiéndose de lleno en el plano electoral y en la interna tucumana de Juntos por el Cambio.

Morales, que además es  presidente del radicalismo a nivel nacional,  consideró que Alfaro y Sanchez «son dos muy buenas espadas para trabajar siempre en el marco de la consolidación de JxC» y sostuvo que  “hay que buscar mecanismos de definición” para resolver las candidaturas.

Sin embargo, las palabras y el accionar del jujeño no habrían caído bien en el grueso de la dirigencia radical, donde por estos días se entusiasman con la posibilidad de que la UCR normalizada pueda salir con una fórmula pura para pelear la gobernación y un candidato propio para disputar lo que consideran un terreno que les pertenece y que deben recuperar inmediatamente: la capital tucumana.

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