El «intendentismo» radical y las tensiones en la UCR Tucumán con vistas a 2021 ¿Se rompe o se dobla?

Por Martín Faciano

Mientras el radicalismo tucumano sigue sin normalizar su situación partidaria (intervenido desde Marzo de 2019), en su seno hay algunos dirigentes que apuestan a fortalecer su imagen y proyección política de cara a los próximos comicios electorales, tanto nacionales como provinciales.

Con la derrota del macrismo en las elecciones nacionales y la vuelta del peronismo al Gobierno Nacional, se terminó fortalenciendo el valor de las trincheras municipales que hoy administran los radicales en la provincia, y por ende, también, de sus jefes municipales.

Así, los intendentes  Mariano Campero (Yerba Buena) y Roberto Sánchez (Concepción), han dejado de inflar globos para Cambiemos para intentar empezar a soplar vientitos de renovación en el partido con su  casi rematada sede situada  en calle Catamarca 851.

En ese esquema del «intendendismo» radical comarcano, también debe considerarse al alcalde «Boina Blanca» de Bella Vista, Sebastián Salazar, quien si bien juega con un perfil mucho mas bajo que sus pares, al ser (para la UCR) la referencia territorial e institucional más sólida  de la Sección Este, se da por sentado que será un actor clave en cualquier discusión política y electoral.

Una carrera de velocidad

Tras su reelección como jefe municipal de la Ciudad de las Flores, Campero pareciera haber comenzado a transitar una solitaria carrera hacia su candidatura para gobernador en 2023. Ya en  2019, cuando armó una lista que salió a disputarle las PASO al oficialismo cambiemita, el intendente de Yerba Buena demostró sus intenciones de comenzar a pisar el acelerador.

Pero con el transcurso del nuevo período de gobierno, el ex piloto de carreras (con menos destrezas y habilidades políticas), también se sumó a la carrera por las candidaturas. Por ahora, Campero toma las iniciativas y Sánchez, vaya paradoja, corre de atrás.

Esto quedó a la vista cuando el intendente de Yerba Buena pegó primero comenzando a levantar su perfil acercándose institucionalmente al gobierno provincial. De la misma manera, fue el joven Campero quien tendió puentes con el bussismo. Y recién luego de los guiños y la reunión entre el intendente de YB y el legislador Ricardo Bussi, Sánchez buscó replicar en su jurisdicción el cónclave con los integrantes de la fuerza política que comanda el hijo del genocida difunto.

Recambio y Pragmatismo desideologizado

Así, desde las intendencias radicales (principalmente de la Sección Oeste) en las cuales  sus jefes municipales están imposibilitados constitucionalmente de volver a ser reelectos y se ven apremiados por la necesidad de dar un salto cualitativo, han comenzado a instalar la idea del recambio dirigencial y genereacional.

Claro está que las tensiones generacionales que surgen atrás de la noción de «recambio» se manifiestan y coexisten en el interior de cada fuerza política. Sin embargo resulta cuanto menos llamativo que un joven dirigente como Campero, que ademas de pararse desde la gestión también se posiciona en la política desde una visión moral, hoy le tienda una alfombra roja al legislador hijo del difunto genocida y denunciado por presunto abuso sexual en la Cámara legislativa, para caminar hacia un acuerdo político electoral.

Hasta resulta un poco esquizofrénico este principio de acuerdo si se tiene en cuenta que desde la oposición provincial se encargaron de señalar sistemáticamente a Ricardo Bussi, como un socio crónico del oficialismo.

Entre la amenaza de la jubilación y el anhelo del retiro voluntario

Pero más allá de las formas que toman las microdisputas coyunturales que atraviensan los correligionarios, hay una idea de fondo que aglutina a un sector del radicalismo: jubilar a sus principales figuras políticas. Es decir, al diputado nacional José Cano y a la senadora nacional Silvia Elías de Pérez.

El 2021 será un año clave para la UCR de Tucumán. Además de sus bancas, Cano y Elías de Pérez pondrán en juego sus referencias políticas construídas hasta aquí. Desde el intervenido centenario partido, hay quienes trabajan y se entusiasman con la idea de que Campero y Sánchez (o viceversa) encabecen las nóminas de diputados y senadores de las elecciones de medio término.

Habrá que ver con que fortaleza llega al armado de las próximas listas, la coalición opositora nacional Juntos por el Cambio, espacio al que apuestan y en el que todavía se reconocen Cano y Elías de Pérez.

Todo parece indicar que así transitará el intendentismo radical sus días hasta que llegue el armado de las próximas listas. Ahí recién se podrá vislumbrar si los jefes municipales están dispuestos a avanzar en su intención de jubilar a sus últimas referencias políticas consolidadas, o si solo están anhelando el retiro voluntario de quienes encabezaron sus últimas formulas  para pelear por la gobernación.

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