El ex presidente de la Nación y actual presidente del Partido Justicialista Nacional, Alberto Fernández, volvió al país luego de su viaje a España y la conducción nacional del PJ  definió los pasos a seguir para desplazar a Alberto de su cargo partidario. Uno de los principales operadores de la salida de Alberto es Juan Manzur, quien ocupa un cargo como uno de los vicepresidentes nacionales del PJ, y participó de la reunión de la mesa chica del peronismo para diagramar la salida de Fernández.

De esa mesa chica, además de Manzur, estuvieron: Axel Kicillof, Gildo Insfrán, Juan Manzur, Eduardo «Wado» de Pedro, Cristina Álvarez Rodríguez, Santiago Cafiero y José Luis Gioja, entre otros.

Allí se acordó la necesidad de cambiar la conducción y se hizo catarsis sobre las políticas del nuevo gobierno y sobre el rol que debe tener el partido.

La estrategia de consensuar un pedido de renuncia se habría conversado en las últimas semanas pero se aceleró ante el retorno de Fernández, acaso alertado de la destitución que se avecinaba. Algunos rumores indicaban que Alberto buscaría convocar al partido apenas pusiera un pie en Argentina.

El plan de los gobernadores es tramitar el pedido de renuncia a través del Congreso Nacional del partido, conducido por el formoseño Gildo Insfrán.

Incluso trascendió la posibilidad de sumar al partido a dirigentes del Frente Renovador de Sergio Massa; del gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, y de la CGT.

Más allá de las motivaciones compartidas entre todos los popes del justicialismo, Manzur tendría motivos personales para empujar la salida de Alberto, tal como hizo el expresidente cuando vació primero de poder a Manzur en la Jefatura de Gabinete, y después lo devolvió a  Tucumán, apartándole del cargo al que había llegado el ex mandatario y actual senador luego de la interna tucumana del peronismo en 2021

 

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