Por Martín Faciano

“En la cancha se ven los pingos”, dice un viejo refrán que sugiere y advierte  que los caballos solo demuestran su calidad durante el transcurso de una carrera.

Si tenemos en cuenta la proximidad de las elecciones legislativas nacionales y el hecho de que desde hace un tiempo a esta parte, el Hipódromo de Tucumán, se convirtió en un escenario político simbólico y clave para la demostración y medición de las capacidades de movilización de las distintas estructuras que convergen en el peronismo, podemos decir que  ayer, por lo menos , los jinetes del peronismo comarcano enrolado en la conducción del gobernador Juan Manzur, ya se alistaron para la carrera electoral.

Es que quedan menos de 40 días para la oficialización de las nóminas de precandidatos que postularán los distintos frentes políticos para disputar las 3 bancas que se renuevan para el Senado de la Nación y las 4 que se recambian para la Cámara de Diputados. Por ese motivo, el mitín de ayer fue asimilado por la mayoría de la dirigencia como el comienzo de la campaña.

También, entre los presentes, el cónclave de ayer fue comparado (salvando las distancias) con el masivo acto del 17 de Octubre de 2018, cuando el mandatario y Presidente del PJ provincial anunció que iba a romper definitivamente con su antecesor José Alperovich, al repetir la fórmula junto a su vicegobernador Osvaldo Jaldo, en los comicios provinciales posteriores en los cuales el 9 de Junio de  2019 obtuvo, de manera contundente, la reelección y la prórroga del mandato hasta 2023.

Ayer, sin movilizar multitudes y con la ausencia del vice, Manzur volvió a poner en valor el Hipódromo como principal templo político del Partido Justicialista  Distrito Tucumán. Ahora, con la excusa institucional de lanzar el “Programa Comunas Rurales”, el mandatario sentó a sus espaldas a casi la totalidad de la dirigencia justicialista comarcana para lanzar un programa de obras públicas  destinado a motorizar las economías en  las localidades del interior de la provincia.

Antes de dar comienzo a una consecución de videollamadas con el Jefe de Gabinete del Gobierno Nacional, Santiago Cafiero, y los ministros Eduardo “Wado” de PedroGabriel Katopodis, Nicolás Trotta y Matías Lammens, antecedieron al mandatario en el uso de la palabra, el diputado nacional Carlos Cisneros y el ministro de Interior, Miguel Acevedo.  El listado de los interlocutores virtuales con los que Manzur estableció contacto, fue una recreación a menor escala de la nómina de encumbrados funcionarios que la semana pasada lo recibieron en sus despachos, durante la misión oficial del «1» en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Durante su alocución, Manzur no hizo alusión a los dirigentes ausentes. Por el contrario destacó el trabajo de la ministra Rossana Chahla y ponderó los espacios que se abrieron para el ex ombudsman, Fernando Juri Debo (al frente del Consejo Federal de Inversiones) y para Santiago Yanotti (vicepresidente de  la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico).

Pese a que todavía la campaña no comenzó formalmente, el mandatario aspira a lograr obtener la mayor cantidad de bancas posibles para ponerlas en función del proyecto político del Frente de Todos.

Pese a la pandemia y sus internas partidarias, el peronismo tucumano llega en calidad de fija a las elecciones de medio término. La carrera ya ha comenzado y en Tucumán el peronismo siempre pica en punta. Sin embargo en esta carrera, el oficialismo manzurista, que se juega entero, no tiene margen para permitirse que ningún dirigente justo en la raya, afloje al llegar.

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