El presidente Javier Milei ha logrado la aprobación en general de la Ley ómnibus en la Cámara de Diputados, obteniendo su primera victoria en el inicio de su gestión. Sin embargo, enfrenta un desafío más difícil en el Senado, donde su fuerza política es más débil y depende de cerrar acuerdos con los gobernadores.
La aprobación en general se dio con el respaldo de la oposición dialoguista, pero aún restan votaciones particulares en la Cámara baja. Las complejas negociaciones entre la Casa Rosada y los gobernadores, que condicionan el apoyo al reclamo de un acuerdo fiscal para financiar sus provincias, han generado diferencias internas en los bloques de la oposición.
Para pulir acuerdos en el Senado, Milei y los gobernadores se acercan a un posible acuerdo sobre los recursos del Fondo de Garantías de Sustentabilidad (FGS) de la Anses. La votación en la Cámara alta podría ser más ajustada, y Milei necesita el respaldo de bloques provinciales para asegurar la aprobación final.
Las negociaciones entre el oficialismo y los gobernadores son cruciales, especialmente en temas como el financiamiento para las provincias y la coparticipación del Impuesto PAIS. La votación particular en la Cámara de Diputados el próximo martes definirá el articulado que llegará al Senado.
El desafío en el Senado es mayor, ya que La Libertad Avanza cuenta con solo 7 bancas y depende del apoyo de otros bloques, especialmente del PRO y la UCR. La votación podría ser ajustada, y cualquier cambio en el proyecto podría obligar a devolverlo a Diputados.
La negociación incluye temas clave como la toma de deuda en dólares, la privatización de empresas públicas y las facultades delegadas. A pesar de la aprobación en general, aún persisten diferencias y disidencias en algunos puntos, lo que hace que el camino hacia la aprobación definitiva de la Ley ómnibus sea complejo y desafiante.
