Por Martín Faciano

Apenas culminó el almuerzo que el Gobernador Juan Manzur, mantuvo junto a su vice Osvaldo Jaldo, el Ministro del Interior Miguel Acevedo y los 93 Delegados Comunales de la provincia, se viralizó lo acontecido: Manzur le había ordenado a los presentes que de ahora en adelante realizaran pintadas con la leyenda Manzur – Jaldo, en todos los accesos de entrada y salida a las Comunas Rurales. Inmediatamente algunos Delegados mandaron a preparar las brochas y el ferrite, mientras que otros Comisionados  se encargaron de comentar que habían asistido a la oficialización de la fórmula con la cual el oficialismo buscará retener el poder en 2019.

Según explicaron a este cronista, algunos Comisionados que participaron del mitin  realizado en un salón del Parque 9 de Julio,  el encuentro empezó a tener connotaciones político electorales desde el mismo momento en que el Ministro del Interior le dio la bienvenida a los presentes.

Acevedo habría comenzado la presentación apelando al relato fundacional del actual gobierno provincial, rememorando el acampe en la Playa Irigoyen, remarcando la impronta militante de los dirigentes que esperaron durante días la resolución de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia para dejar firme el proceso electoral del año 2015, y señalando que en esta oportunidad el binomio gubernamental Manzur – Jaldo, junto al equipo de gobierno, se encuentran más fortalecidos que antes para lograr una nueva victoria político electoral en 2019.

Posteriormente, en un público gesto de acercamiento para con su sucesor en el Ministerio del Interior (al Ministro Acevedo se lo identificaba -¿hasta hoy?- como un funcionario alperovichista), el Vicegobernador Osvaldo Jaldo hizo hincapié en la necesidad de dejar atrás el pasado para mirar al futuro, arengando con que hay un sólo equipo, que se debe trabajar para  fortalecer la unidad, para garantizar que quienes estén hoy dentro del gobierno continúen adentro, y quienes están afuera permanezcan al margen. Si bien el Presidente de la Legislatura no deslizó nombres propios, se entendió que el mensaje estaba dirigido a los ex Delegados Comunales que pretenden retornar a las Comunas Rurales, y por elevación al ex Gobernador José Alperovich.

Para concluir, y para sorpresa de los presentes, el Gobernador Juan Manzur sería el encargado de bajar la línea más fuerte, no solo por el hecho de que ordenó a la tropa de Delegados que realizaran pintadas con la leyenda Manzur – Jaldo, sino porque el mandatario devenido en poeta utilizó una contundente y sugestiva metáfora para establecer un punto de ruptura con el alperovichato, señalando que el actual equipo de Gobierno seguirá el camino, y no la huella.

La metáfora empleada por Manzur, que se entendió como un  disparo directo al  corazón del alperovichismo emocional, habría sido la definición más fuerte del mandatario, y bien puede entenderse como un parafraseo al Secretario General de la OEA, Luis Almagro, quien en su reciente visita a la provincia, en el marco de uno de sus discursos, manifestó que lo importante es andar por el camino de la vida y no por la banquina. 

Pero para dejar en claro que desde la conducción del Gobierno no solo se ocuparán de atender el frente interno, el actual mandatario, sin puntualizar, deslizó reproches para  los Delegados Comunales que avanzaron en instancias de diálogo con el intendente capitalino Germán Alfaro. Es que hace algunas semanas, mientras una veintena de Delegados habrían visitado el despacho de Alfaro, algunos de los concurrentes  habían garantizado la apertura de sus Comunas para que desde la Municipalidad de San Miguel de Tucumán instalaran  luminarias en el interior de la provincia.

No obstante, pese al selecto pase de facturas y al explícito cierre de filas, casi la totalidad  de los Delegados presentes entendieron el mensaje como un  necesario gesto de madurez política, y una clara señal  de como serán las reglas del juego, que de ahora en más parecen haber cambiado drásticamente.

 

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