Con la ilusión de acceder a la siguiente fase de la Copa Libertadores de América, el plantel de Atlético entrenó a puertas cerradas hoy en Guayaquil, en el predio de Parque Samanes del club Barcelona, a la espera del partido de mañana ante El Nacional, en la altura de Quito.

Al mando de Pablo Lavallén y bajo la supervición del preparador físico Hernán Puerta, el conjunto tucumano tenía previsto ensayar durante alrededor de 75 minutos en la cancha sintética a cielo abierto, que se encontraba cubierta de charcos de agua, por la lluvia.

Las tareas que realizaron fueron a puerta cerrada y servirán para realizar trabajos regenerativos, luego del viaje de seis horas en avión, y para ajustar detalles tácticos, aseguró el propio entrenador.

Trabjaron con pelota parada, sobre todo en defensa. Ejercicios de marca y coberturas para las segundas jugadas. Además practicaron penales, que solo servirían en caso de terminar 2 a 2.

La delegación tucumana, que se hospeda en el hotel Hilton, partió al campo de entrenamientos unos minutos antes de las 10 (hora local) y luego de desayunar y saludar a los hinchas que se acercaron para llevarles su aliento.

Luego del entrenamiento regresaron a su hospedaje, almorzaron y descansaron. No tienen prevista otra salida.

Lavallén confirmará el equipo horas antes del partido y anticipó que habrá cambios.

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