La Municipalidad de San Miguel de Tucumán ha lanzado una campaña de «concientización» en el microcentro de la ciudad con el objetivo de erradicar la presencia de vendedores ambulantes de las calles más concurridas. A través de operativos encabezados por la Dirección de Vía Pública, la administración busca liberar los espacios destinados al tránsito peatonal y reubicar a los trabajadores en otras zonas.
En los últimos días, empleados municipales solicitaron a los vendedores ambulantes que se retiren de la peatonal Congreso, un espacio emblemático que conecta al arbolito de Navidad con la Casa Histórica. “Pedimos que no se pongan manteles ni ocupen los espacios fijos. Les solicitamos que transiten y no permanezcan en un lugar fijo, siempre con mucha cautela y prudencia”, explicó Juan Rojas, director de Vía Pública.
El funcionario destacó que esta medida se enmarca en una tarea de prevención que abarca todo el microcentro capitalino. “La palabra ‘ambulante’ significa andar. Les pedimos que caminen con lo que tienen y no se queden quietos. Siempre buscamos actuar en concordancia con los comercios establecidos, siendo mesurados y acordes al contexto económico que vivimos”, agregó.
La decisión municipal ha generado malestar entre los vendedores ambulantes, quienes defienden su actividad como una forma de preservar y promocionar la cultura del norte argentino. Francisco Sosa, un artesano que vende accesorios hechos con hilo encerado, expresó su descontento: “Estamos cansados del ninguneo. No hay una orden clara que lo prohíba. Lo que hacemos es patrimonio, trabajamos con materiales tucumanos”.
Sosa también señaló la presión que enfrentan fechas claves para las ventas, como la celebración de Reyes Magos. “Queremos generar algún dinero sin preocuparnos de que vengan a quitarnos nuestras cosas”, afirmó.
El operativo municipal no se limita a los vendedores ambulantes. Según Rojas, también incluye el retiro de vehículos abandonados que obstruyen veredas y espacios públicos. Hasta la fecha, se han notificado 120 autos, reubicado 45, secuestrado más de 60 y retirado otros 12 por parte de sus propietarios. “Todos los días sacamos chatarra. Este trabajo es esencial porque la chatarra no beneficia a nadie”, aseguró el funcionario.
Además, el reordenamiento abarca el control de bares y restaurantes en cumplimiento con las normativas sobre el uso del espacio público. Esto incluye la supervisión de mesas, sillas y decks que ocupan las veredas.
La Municipalidad está implementando un plan de trabajo que incluye el reempadronamiento de vías públicas, clasificando a los trabajadores ambulantes, a los locales que usan espacios públicos, y a los vehículos en desuso. “Llevamos 60 días trabajando en orden y concientizando a la ciudadanía. Queremos garantizar que los peatones puedan circular sin obstáculos y devolver el espacio público a la gente”, concluyó Rojas.
Mientras tanto, el debate entre la necesidad de orden y el sustento de los trabajadores informales sigue generando tensiones en el corazón de la capital tucumana.