Por Martín Faciano

Los  hechos acontecidos en los días previos al 64º aniversario del natalicio del senador nacional José Alperovich, generaron muchas expectativas entre la dirigencia política en relación a las postales que dejaría el festejo del ex mandamás.

El blanqueamiento de las posiciones de Roque Armando “Cacho”Cortalezzi y Guillermo Gassenbauer (quienes finalmente manifestaron su apoyo al exgobernador); el lanzamiento de la candidatura del intendente de Alderetes, Sergio Venegas (quien buscará  la reelección); y el intento de sellar un acuerdo político electoral con el actual intendente capitalino Germán Alfaro,  marcaron el pulso de una intensa semana  en la que el alperovichismo comenzó el lunes viendo el sol, y terminó su semana dorada el domingo, contemplando algunos nubarrones otoñales.

Sin duda alguna, la negativa de Germán Alfaro al ofrecimiento realizado por los más confiables operadores del exgobernador, comenzó por opacar una fiesta en la cual el candidato a gobernador del frente “Hacemos Tucumán”, debía brillar. La estocada final vendría con la edición dominical del diario La Gaceta,  donde se difundieron  los resultados de la encuesta realizada por Hugo Haime, el histórico ex encuestador de Alperovich, que hoy realiza servicios de consultoría política para el actual mandatario provincial.

A diferencia del festejo llevado a cabo el 13 de abril de 2018,  el del sábado pasado fue una celebración sin sorpresas entre los invitados presentes.  Por eso, para tratar de capitalizar políticamente su cumpleaños e intentando atenuar el efecto del rechazo de Alfaro a su propuesta aliancista, Alperovich debió oficializar al concejal Juan Luis Pérez como su candidato a intendente capitalino.

Esta quizás fue la única foto política del evento  en el que, a diferencia del año pasado, en lugar del acompañamiento de dirigentes territoriales y funcionarios del gobierno provincial, el parlamentario nacional se vio rodeado, en esta oportunidad, de un reducido grupo de dirigentes kirchneristas locales, quienes en sintonía con la fórmula Alperovich – Mirkin, han decidido apostar política y electoralmente, por fuera del Partido Justicialista en la próxima contienda electoral.

Aunque desde el entorno del ex mandatario nieguen y relativicen su  fallido acuerdo con el referente del Partido por la Justicia Social, lo cierto es que con este simple tanteo Alperovich ha salido políticamente debilitado. Y esto no tiene tanto que ver con que desde el alfarismo salieran a ventilar su rechazo al  ofrecimiento del oro.  Es que además de evidenciar la manifiesta contradicción que resulta entre un discurso de campaña orientado a ningunear a los dirigentes y una praxis política  tendiente a tratar de encolumnar, incluso, a uno de sus principales enemigos públicos, Alperovich  ha mostrado que con tal de lograr su cometido es  capaz hasta de llegar a ofertarle  a la dirigencia de afuera los cargos prometidos a la tropa de adentro. Algo que si bien se puede entender como una jugada válida en pos de quedarse con «la casa mayor», en  los hechos, pareciera ser todo lo opuesto a la lealtad que  para con el  senador vienen teniendo los escasos dirigentes que permanecen a su alrededor. Nada que no se pueda tapar con la difusión de los resultados de alguna encuesta amiga.

 

 

 

Con la fuerza de las encuestas

El cumpleaños de Alperovich: entre la timba quinielera y las apuestas políticas

Dejanos tu comentario