Tras la suspensión, Lucchetti cree en las chances de ganar en Brasil

Especial LG DEPORTIVA- Andrés Burgo

Cristian Lucchetti sabe lo que es jugar en Brasil. Y lo sabe tanto que le cuesta recordar la cantidad exacta de partidos que atajó en el país de los pentacampeones del mundo. Defendiendo las camisetas de Boca, Banfield, Santos Laguna y por supuesto Atlético -el año pasado ante Palmeiras, en San Pablo-, el “Laucha” ya visitó a Fluminense, en Río de Janeiro; a Cruzeiro, en Belo Horizonte, y a Inter en Porto Alegre, entre otros rivales de diferentes ciudades.

“Es especial jugar en Brasil, más en estas instancias decisivas. No se juega todos los días, así que entusiasmo sobra”, le dijo ayer Luchetti a LG Deportiva en un sábado sin fútbol, minutos después de la suspensión del partido contra San Lorenzo, mientras pensaba qué haría durante una tarde inesperadamente libre.

La única vez que Luchetti fue a Porto Alegre no terminó bien. Fue con Banfield, en los octavos de final de la Sudamericana 2010, cuando su equipo perdió 2-0 y quedó eliminado. “Pero ese partido se jugó en el otro estadio, en el Beira Río”, apunta a aclarar la diferencia con el Arena do Gremio, la cancha en la que Atlético se jugará pasado mañana buscando el triunfo más espectacular de sus flamantes 116 años de vida.

“¿Si vamos por un milagro? No, la verdad que no. Ganarle a Gremio no sería un milagro. Sólo se trata de jugar un partido de fútbol, nada del otro mundo. Vamos convencido que se puede, que es posible ganarles. Nos tenemos fe, aunque tampoco obviamos que no vamos en las condiciones que queríamos. No sacamos un resultado favorable en Tucumán”, asegura.

Aunque será la primera vez de Atlético en Porto Alegre, Gremio recibió 30 veces a equipos argentinos en su ciudad. De esos partidos, los brasileños ganaron 16, empataron 9 y perdieron 5.

Tal vez en el recuerdo inmediato del futbolero parezca que Gremio de local es “un mata argentinos”, en especial porque acaba de eliminar a Estudiantes en la instancia anterior de la Copa Libertadores y porque en la final de 2017 le ganó a Lanús (y porque además obtuvo la Recopa de este año al vencer a Independiente por penales, luego de empatar en los 90 minutos), pero “el decano” no sería el primero equipo compatriota en festejar en Porto Alegre.

A imitarlos

Los cinco clubes argentinos que les ganaron a Gremio en Brasil fueron Rosario Central en 2016 (octavos de final de la Libertadores), Boca en 2007 (final de la Libertadores), River en 1998 (en la desaparecida Copa Mercosur), Estudiantes en 1989 (la también extinta Supercopa) e Independiente en 1984 (final de la Libertadores).

El dato que sí confirma que Atlético necesita el mayor triunfo de la historia de un equipo argentino es que cuatro de esas cinco victorias fueron por un gol, y que sólo Boca ganó 2-0, la diferencia que el “decano” necesita revertir luego de su derrota en la ida.

“Del primer partido me quedé con bronca porque tendríamos que haber sacado otro resultado. Y ni siquiera pienso en un empate. Podríamos haber ganado. Ellos llegaron dos veces y nos hicieron dos goles. Sabemos que son los campeones de América y los respetamos, pero me quedó esa bronca”, dijo Luccheti en el lobby del hotel de Atlético en Buenos Aires, mientras acondicionaba su equipo de mate, justamente, con la yerba brasileña que está de moda en los futbolistas argentinos.

“Sí, todos tomamos esta yerba, pero no porque sea más liviana o saludable, sino porque mantiene el sabor. No se lava tanto”, explicó el arquero, riéndose por el origen brasileño de la yerba, que muchos confunden con uruguaya.

Lo que Luchetti no debe saber es que, allá a comienzos de la década del 80, cuando Carlos Bilardo arrancaba su ciclo al frente de la Selección, el técnico sorprendió a sus jugadores al hacerles escuchar música brasileña a toda hora.

Hacía muchos años que Argentina no le ganaba a Brasil y Bilardo especuló con una teoría: tantas derrotas y empates se debían a que nuestros jugadores tenían un especial recelo contra los brasileños y esa bronca los perjudicaba, así que optó por la estrategia distinta, que “se amigaran” con sus rivales, y entonces les ponía música brasileña. La Argentina de Bilardo finalmente le ganó a su clásico sudamericano y, aunque en este caso la yerba brasileña no es una estrategia de Ricardo Zielinski, Luchetti también se tiene fe para hacer historia grande en Brasil.