Por Martín Faciano
Además de tener una estructura municipal como la de Concepción para discutir su lugar en una lista, el alcalde de ¨La Perla del Sur¨, Roberto Sánchez, tiene una considerable imagen positiva que también está poniendo en juego mientras sigue publicitando el posible acuerdo con Fuerza Republicana. Pese a quejunto a su par de Yerba Buena, Mariano Campero, han comenzado la gira proselitista con Ricardo Bussi, en el interior de la UCR varios correligionarios apuestan a que Sánchez pegará el volantazo en la última curva.
Es que pese a que Sánchez y Campero parecieran compartir con Bussi cierta matriz ideológica de pensamiento (sino ni siquiera podrían salir a vender el acuerdo tripartito como algo auspicioso), a la hora de discutir el armado de listas pueden aflorar las diferencias y consideraciones pragmáticas de cada referente, lo cual puede terminar siendo un obstáculo para la concreción de esta alianza neoconservadora.
La negativa de sumarse a esta propuesta por parte de los distintos referentes opositores de la provincia les ha dado a los no aliancistas un margen de discusión para la búsqueda de coincidencias al resto de los dirigentes de la UCR, del PRO y de Juntos por el Cambio, para construir una alternativa electoral de centro derecha de cara a las próximas legislativas.
Quizás la primera amenaza al acuerdo entre la dupla de intendentes radicales del oeste y Fuerza Republicana ha sido la foto que sacaron el ex piloto con el intendente Germán Alfaro y la diputada Beatriz Ávila, en un evento social ocurrido la semana pasada. La postal fue subida por ambos intendentes a sus redes sociales el mismo día en que Ricardo Bussi sacó una costosa y esquizofrénica solicitada instando, en tono imperativo, al diputado nacional José Cano a sumarse a la alianza entre republicanos y radicales.
La imagen fue interpretada en todos los sectores opositores como una advertencia. No es casualidad que se junte el intendente del municipio más populoso, con uno de los únicos dos jefes municipales opositores de la sección oeste. Falto solamente en ese evento algún referente de la Sección Este, pero parece que el intendente de Bella Vista, Sebastián Salazar, no asistió a la fiesta. Sin embargo, durante la semana varios operadores del centenario partido aseguraron que la foto no cayó bien en Yerba Buena.
Además de la dispersión y la incertidumbre que transita la oposición, hay algunas posturas que de alguna manera representan un llamado a la unidad, pero que a su vez parecieran pretender poner algunas condiciones. Como la postura del intendente radical Salazar, quien estuvo en diversos medios de comunicación en los últimos días, explicando que el acuerdo debería darse entre los actores que ya trabajaron juntos electoralmente en 2015, 2017 y 2019. «Creo que la sociedad está esperando una bocanada de aire fresco en el espacio y en las listas para elecciones intermedias», dijo esta semana Salazar en La Gaceta, invitando sutilmente a Cano y a la senadora Silvia Elías de Pérez, a acompañar sin encabezar, en una lista donde el bussismo no tenga lugares.
El otro portavoz del llamado a la unidad de la oposición, parte justamente del principal obstáculo para la misma: Ricardo Bussi, quien hasta acá no se ha corrido ni un milímetro de su rol de provocador político serial.
El intendente, que ya ha manifestado en diversos entornos sus pretensiones de pelear por la gobernación en 2023, viene gastando demasiado las cubiertas en su breve experiencia aliancista con el bussismo. A lo mejor desde acá hasta las legislativas, táctica y electoralmente, más que intentar conducir la oposición al piloto le termine siendo más redituable acoplarse al camión de Germán
Aunque las nuevas restricciones por la pandemia serán un cese forzoso a las actividades proselitistas que el trío venía realizando, de ahora en más cualquier enfriamiento de la actividad proselitista con el bussismo y Campero, se interpretará como un acercamiento de Sánchez al alfarismo. Y eso no será una coincidencia porque en política ni siquiera las fotos son casuales.
