Si hay algo que no se le puede negar al dirigente Roque Armando «Cacho» Cortalezzi, además de sus constantes panquequeadas, es la violencia con la que se manejan él y su personal a cargo.
Basta con googlear «patota Cortalezzi» para tener acceso a las decenas de noticias que involucran al ex Presidente del Concejo Deliberante Capitalino y sus empleados en hechos de violencia de distintas magnitudes, por lo general enfrentamientos territoriales con punteros y dirigentes de otros espacios.
Pero ayer, «las cuadrillas de Cacho Cortalezzi» protagonizaron un hecho lamentable que tuvo repercusión nacional. Es que antes del inicio del acto del PJ en Plaza Independencia, luego de tener tener tensos roces con diferentes grupos de militantes de otros espacios, las tropas cortalezzistas se cruzaron con un grupo de muchachos que no estaban dispuestos a tolerar su prepotencia. Y así sucedió lo lógico: se dieron pa que tengan
Apenas culminó el acto, entre los presentes y en las redes sociales se instaló fuerte una idea: «Cortalezzi fue a romper el acto». De hecho, Contexto dió la primicia en ese sentido. Pero ¿Qué motivos tiene Cortalezzi para generar un escándalo tan piantavotos?.
Cortalezzi se encuentra transitando su ocaso político. El mismo empezó desde que traicionó al binomio Manzur – Jaldo semanas antes de los comicios, volviendo a trabajar para su primer amor y mentor político, el senador ex gobernador José Alperovich, quien el pasado 9 de junio protagonizó un verdadero papelón electoral. Tras el 4° puesto del «Frente Hacemos Tucumán», Cortalezzi decidió intentar volver a cruzarse de bando y tanto Manzur como Jaldo lo mandaron a qué se ponga al final de la cola.
La pérdida de poder suele implicar en muchos casos la pérdida del respeto. Y este parece ser uno de esos casos. Es que el concejal reelecto Alejandro Figueroa ha decidido no cumplir con Cortalezzi un acuerdo presuntamente pactado: renunciar a su banca en el concejo deliberante para que asuma María Elena Cortalezzi, hermana del hombre en cuestión.
Al haber perdido la banca con la que contaba manejar a control remoto en el concejo y sin ofrecimientos de ocupar un cargo en el Poder Ejecutivo, y por todo lo expresado anteriormente, Cortalezzi parece haber decidió pasarle factura al gobernador. Para ello no habría encontrado nada mejor que buscar con quién pelear en el masivo acto de Plaza Independencia.
Para concluir, abonando a la teoría que entiende que el bochorno de ayer no fue un hecho casual ni aislado, sino mas bien algo premeditado, la pregunta ahora es: ¿Cortalezzi actuó por voluntad propia o respondió a un pedido expreso del ex gobernador José Alperovich?
Entre la dirigencia hay posturas encontradas al respecto, y también una versión que sintetiza tales perspectivas. «Quizás haya un 50 y 50», señala un edil que conoce en detalles los pormenores y entretelones del concejo deliberante capitalino.
Es que aunque Alperovich se haga el fernandizta, en realidad apuesta a que gane Macri para que el binomio Manzur – Jaldo vuelva a tener que gobernar con una Casa Rosada en contra, en caso contrario el exgobernador necesita erosionar la relación entre Manzur y Alberto F, agregra el concejal que entiende que lo de ayer fue una maniobra orquestada y que Cortalezzi actuó más por pedido de Alperovich que por motus propio.
