Por Martín Faciano

Con el Presidente de la Sociedad Rural de Tucumán, Sebastián Murga; el ex Presidentede la SRT, Roberto Martinez Zavalía, y el Tesorero de Apronor, Pablo Grandval, como referentes, las principales familias de la oligarquía tucumana apuestan a la motorización de una campaña solidaria, en plena pandemia, para potenciar sus figuras, sumar adeptos y consolidar sus estructuras.

Con el Banco de Alimentos de Tucumán, presidido por Grandval, como su principal ONG (que cuenta con Lara Bernasconi como su operadora estrella), con el grupo/proyecto «Cuarentena Solidaria Tucumán», formado por  emprendedores, que aportaron sus impresoras 3D,  profesionales  ´apolíticos` con buenas intenciones y voluntarios sin doble apellido para la logística, el antiperonismo de sangre azul se prepara para disputarle el poder a un justicialismo provincial que por momentos sugiere posibilidades de ruptura hacia 2023.

Mientras tanto, desde San  José aprovechan las buenas intenciones de los jóvenes emprendedores que, en algunos casos desconociendo la ideología y el pensamiento de la máxima autoridad de la SRT, se suben a la murga ruralista.

Con la intervención de la UCR y el PRO Tucumán, la Sociedad Rural, además de disfrazarse de  «Centro de Aislamiento»,  pareciera  también haberse convertido en el buker y en la sede  donde hará base una nueva posible alternativa opositora.

Pese al certero golpe que desde «Cuarentena Solidaria Tucumán» le propinaron a la Cámara Legislativa de Tucumán ( por el uso de Protectores Faciales detinados al personal de la Salud), más que una amenaza al oficialismo, este espacio emergente hoy representa una seria advertencia a los liderazgos en pugna del ex titular del Plan Belgrano, el diputado nacional José Cano, y la actual senadora nacional Silvia Elías de Pérez, a quienes en diciembre del 2021 se les vencen sus mandatos en el congreso.

Quizás por eso, el legislador José Ascárate salió al cruce del grupo de beneficencia que patrocina la Sociedad Rural. Quizás la consolidación de esta facción, les posibilite instancias de diálogo antes de los pensado a Cano y Elías de Pérez.

 

 

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