Por Martín Soto para La Gaceta

Así como la Legislatura fue el ámbito del “divorcio” entre Juan Manzur y Osvaldo Jaldo aquel 8 de marzo, durante la elección del Defensor del Pueblo, la Casa Rosada promete ser hoy el escenario en donde se buscará sellar la reconciliación del matrimonio político, quizá más por conveniencia que por convicción. Pasaron 210 días entre un capítulo y el otro, con escenas y discursos potentes. Pero el conflicto que los enfrentó con uñas y dientes se resolvió tan imprevistamente que el flamante jefe de Gabinete de la Nación y el vicegobernador a cargo del Poder Ejecutivo buscan enviar gestos internos y externos que vayan acomodando todo lo que quedó desencajado en la interna. Apuntan a dar vuelta la página y trabajar en la gestión.

Todas las miradas tucumanas estarán puestas en lo que suceda durante toda la mañana en Balcarce 50. Manzur dedicará toda su agenda matutina para trabajar íntegramente para Tucumán, pero sin moverse de su despacho. Hizo viajar a las máximas autoridades gubernamentales de la provincia. “Lo que quiere es mostrar que él sigue al frente de la gestión”, analizó un legislador afín al médico sanitarista

A partir de las 8, el gobernador en uso de licencia recibirá a Jaldo, al presidente subrogante de la Legislatura, Sergio Mansilla, y al vicepresidente primero Regino Amado, quienes volaron ayer por la tarde a Buenos Aires. Según se informó, también asistirán a estos encuentros de trabajo los ministros Miguel Acevedo (Interior); Carolina Vargas Aignasse (Gobierno y Justicia); Eduardo Garvich (Economía); Rossana Chahla (Salud); Claudio Maley (Seguridad); Juan Pablo Lichtmajer (Educación); y Álvaro Simón Padrós (Desarrollo Productivo). Está previsto que también participen, entre otros, la secretaria General de la Gobernación, Silvia Pérez; la interventora del Instituto Provincial de la Vivienda, Stella Maris Córdoba; y el presidente del Ente Tucumán Turismo, Sebastián Giobellina.

Sin definiciones previstas

Con la fugaz partida a Buenos Aires, para tratar de apuntalar la gestión de Alberto Fernández y de Cristina Fernández de Kirchner, Manzur no tuvo las chances de dialogar con sus colaboradores más próximos respecto a esta nueva etapa de gobierno provincial. A 40 días de unas elecciones legislativas, con su otrora rival al comando de la provincia, con el peronismo reacomodándose, con dos años de mandato por delante y él a 1.200 kilómetros de distancia, se espera que haya lineamientos acordados, reglas de juego claras y gestos conciliadores de ambos sectores.

Según pudo averiguar este diario, los encuentros variarán en cuanto a la cifra de participantes de acuerdo con el tenor de los temas que se traten. Estas reuniones de trabajo se extenderán hasta pasado del mediodía. Incluso, fuentes del encuentro adelantaron ayer que se estaba planificando una reunión interministerial entre Nación y Provincia. “Se va a hablar de las gestiones y de la política para tratar de sacar beneficios para Tucumán”, agregaron.

Las fuentes consultadas aseguraron que no habrá definiciones en el encuentro de hoy. Desde que Manzur se mudó a Buenos Aires son muchas las versiones de pasillos sobre que se llevará a tal o a cual a trabajar junto a él. A su vez, aún está fresco en la memoria los pedidos de renuncias que lanzó el tranqueño durante la campaña. Hacia adentro es sabido que no está cómodo con todo el Gabinete que heredó, pero en el contexto actual está imposibilitado de actuar sin consenso.

Las mismas fuentes, a su vez, estimaron que estos encuentros entre Manzur y Jaldo comenzarán a ser habituales. Consideraron que no queda otra que mirar hacia adelante y trabajar. “Hay que pensar en lo institucional y en lo político, no queda otra. Ya no hay dudas. El que tenga dudas es porque se le cruzan las aspiraciones. Lo que nos interesa a nosotros es que le vaya bien a la provincia”, redondearon.

Esta será la primera reunión de trabajo planificada desde que el médico sanitarista y el contador están en sus nuevos roles, pero el segundo encuentro entre ambos. El primero se dio el lunes 20 de septiembre, luego de casi siete meses sin diálogo, en medio de una provincia convulsionada y sumida en la incertidumbre de no saber quién gobernaría.

Los funcionarios tucumanos dan por descontado que el Presidente será parte de algunas de las reuniones que se llevarán a cabo durante la mañana. El propio Jaldo confesó, días atrás, que si algo podía rescatar de las fuertes tensiones que hubo por la conducción del Poder Ejecutivo fue el canal de diálogo que se abrió con Fernández. Desde entonces quedaron en acordar un encuentro. La foto de los tres nuevamente juntos sería el gesto muy valioso para sellar el reencuentro de las cabezas tucumanas y bajar la espuma ya que abajo quedaron cientos de “compañeros” heridos.

Dejanos tu comentario