Por Martín Faciano
Cuando en la mañana del 26 de Diciembre Luis Miguel “Pulguita” Rodriguez y Guillermo “Bebe” Acosta pisaron el edificio situado en Virgen de la Merced 157, para presentar su ficha de afiliación del Partido Justicialista Distrito Tucumán, la relación entre los ex referentes decanos y una parte importante del público Decano experimentaría un punto de inflexión. Desde ese mismo momento, ambos futbolistas empezarían a ser víctimas del «dedo acusador» de cientos de hinchas que, como una minoría intensa, se expresaron a través de las redes sociales, repudiando fundamentalmente el involucramiento del máximo ídolo Decano en la política, en la cosa pública, pero por sobre todas las cosas en las filas del peronismo
Entre tantos tirapostas de las redes sociales, hubo un periodista de La Gaceta, que desde lo que podría percibirse como una perspectiva maradoniana (de la vida, el deporte y la política), pudo observar y analizar tanto el hecho político más importante de fines del 2018, como sus repercusiones. Así, el pasado 28 de Diciembre, en la columna titulada “Todo lo que se juega Pulguita”, Guillermo Monti, señalaba que PR7 había decidido bajar de su altar (una cancha de fútbol) para pisar el mundo ordinario (afiliándose al Partido Justicialista).
“Al admirador corriente de ese héroe se le desacomodan las ideas y los sentimientos. Se percibe decepcionado. ¿Por qué el ídolo no se quedó en el lugar que le corresponde, allí donde recibe el amor de la gente, donde es indiscutido, casi adorado, para enredarse en el barro de la política? El ídolo se vuelve terrenal por obra y gracia de un compromiso partidario y más de un hincha llega a verlo como una traición. Pero “Pulguita” eligió desacralizarse, alejarse de su zona de confort futbolero, porque es la única manera de la que podrá completar su viaje persona”, escribió Monti dos semanas atrás, cuando todavía nadie se imaginaba que el hombre de los 130 goles podía llegar a irse del Club Atlético Tucumán.
Mientras las mayorías virtuales inocentaban a los futbolistas argumentando que ambos serían usados electoralmente, y posteriormente descartados por la principal estructura político partidaria de la provincia, el ahora jugador de Lanús había salido a redoblar la apuesta y a bancar la parada, demostrando que su empatía con el intendente bandeño Darío Monteros y su acercamiento al vicegobernador Osvaldo Jaldo, no era una cuestión casual. “Me afilé al PJ porque toda mi familia está afiliada ahí. Veo que cuando el peronismo tuvo el manejo del país se hicieron bien las cosas”, expresó Acosta el pasado 30 de Diciembre en diálogo con el programa radial vespertino “Fútbol Continental”, en el marco de una entrevista en la que «Bebe» también manifestó que había cumplido un ciclo en Atlético y que anhelaba salir del país y progresar económicamente
Ciertos reyes no viajan en camello
Cabe destacar que “Pulguita” Rodríguez se había mostrado públicamente por primera vez junto al Titular de la Legislatura, el pasado 10 de Octubre, una semana antes del acto por el “Día de la Lealtad”: el multitudinario mitín en el cual el Gobernador Juan Manzur confirmaría sus aspiraciones reelectorales junto a su actual vice. Fue justamente ese 17 de Octubre la última vez que el ídolo Decano y el exgobernador se mostraron juntos. Un día después, el periodista Ángel Suárez (de Los Primeros), se encargaría de dar la primicia: el simoqueño se había decidido a incursionar en la política local y se había encargado personalmente de transmitirle al ex mandatario provincial que no lo haría con él, sino de la mano del binomio gubernamental.
Posteriormente, se harían mas asiduas las apariciones públicas del goleador decano junto a la fórmula gubernamental. Por último, el 26 de Diciembre, se realizarían las respectivas afiliaciones partidarias que advertían sobre las posibles proyecciones políticas del nuevo refuezo de Colón de Santa Fe.
La política y el Club
Pero así como la política es dinámica, el fútbol también lo es (mucho más cuando se encuentra abierto el mercado de pases), y la salida de Acosta y Rodríguez del club de 25 y Chile se consumó tan vertiginosamente, que la noticia para el pueblo Decano llegaría primero a través de los rumores provenientes de la prensa porteña y santafesina. A su vez, el mesurado silencio oficial de los voceros decanos, contribuyó al surgimiento de un manojo de teorías conspirativas, en las cuales la interna del PJ, expresada en el antagonismo existente entre la dupla Manzur – Jaldo y el Senador Alperovich tendría un lugar central.
En este sentido, la principal hipótesis esbozada por Doble Amarilla señala que el exgobernador habría operado para que se concrete el alejamiento de los futbolistas. Así, Alperovich habría logrado concretar la baja de dos potenciales candidatos (¿testimoniales?) de las filas del oficialismo provincial, compensando además, parcial y simbólicamente parte del poder de fuego que el Senador ha ido perdiendo sistemáticamente con la fuga de dirigentes de su entorno hacia el bando mazurjaldista.
Aunque estas versiones hayan sido negadas explícitamente por la dirigencia, e implícitamente por el DT y los jugadores, indepentientemente de lo que pueda capitalizar el exgobernador o del costo político que puedan pagar los actores implicados en el culebrón decano peronista, las hipótesis elaboradas bajo esta óptica terminaron por fortalecer el malestar de un grupo de hinchas que hoy, pese al dolor que les causa la partida de dos referentes deportivos, todavía festejan que el Club Atlético Tucumán siga siendo una Asociación Civil. Aunque lo hagan renegando y negándoles a su dirigencia y a sus jugadores, la posibilidad de que como actores y miembros de una organización de la Sociedad Civil, intenten articular entre el sector gubernamental y el sector privado lucrativo. Como si se buscara implementar un voto de castidad civil para que los socios, dirigentes y jugadores no intenten cumplir el pleno ejercicio de su ciudadanía: una clara continuidad cultural del «No te metas», en clave moral, estatutaria y antipolítica.
La Interna del PJ
Con la pretemporada futbolística y política ya iniciadas, a la espera de la definición de la fecha en que se llevarán a cabo los comicios provinciales, desde el entorno del alperovichismo festejan con una impronta revanchista el alejamiento de PR7. Pareciera que este final le ha dado ánimos al «equipo de José», desde donde aseguran que este desenlace ha resultado propicio para que al menos en el sector albiceleste del imaginario popular se empiece a revitalizar la eclipsada imagen de un ex mandamás que, hoy, apelando a su poder simbólico deberá enfrentar al poder fáctico y estructural de un Gobierno Provincial abroquelado y asentado en la estructura del Partido Justicialista.
Descartando una eventual candidatura de «Pulguita» Rodriguez, por ahora solo puede especularse con que PR7 logrará gambetear la sanguinaria contienda electoral que tendrá lugar en los próximos meses. Por el lado del pueblo Decano, la mayoría de los hinchas solo esperan que el goleador tenga un breve paso por el «Sabalero» y vuelva a Tucumán para retirarse en el Monumental José Fierro. En el plano político, dirigentes de fuste aseguran que pese a que el simoqueño cumpla funciones en Santa Fé, el trabajo social que viene realizando «Pulguita» no solo no se detendrá sino que será coronado políticamente, como mucho, en el 2023, cuando problemente el único héroe en este lío se haya alejado definitivamente del campo de juego.