Las cuatro entidades rurales nucleadas en la Mesa de Enlace expresaron este viernes su preocupación por las más de 50.000 hectáreas sembradas con trigo transgénico tolerante a sequía (HB4) aprobado en octubre del año pasado por el Gobierno nacional.

«Cuesta entender la razón de hacer y autorizar semejante volumen de producción de trigo que legalmente no puede comercializarse», apuntó la Mesa de Enlace mediante un comunicado en la antesala de lo que será la primera reunión con el ministro de Agricultura, Julián Domínguez.

«Tan elevado nivel de producción hace realmente imposible su contralor por las autoridades oficiales, razón por la cual será inevitable que se genere un proceso de contaminación de los trigos no modificados genéticamente», advirtieron la Sociedad Rural, Federación Agraria, CRA y Coninagro.

«Las autoridades deben tomar medidas urgentes a fin de impedir que se produzcan trigos transgénicos en la Argentina, garantizando totalmente su no ingreso en la cadena comercial, bajo estrictos protocolos a la desmedida producción de HB4», agregó la Mesa de Enlace.

Las entidades rurales vienen haciendo lobby para vetar el desarrollo tecnológico perteneciente a la firma de capitales nacionales, Bioceres. Los principales opositores al trigo transgénico son el ex ministro Luis Miguel Etchevehere y su mano derecha Santiago del Solar.

De hecho, esta semana Etchevehere se refirió al tema. «Bioceres anunció que hay sembradas 55.000 hectáreas de trigo HB4, aún no aprobado para su comercialización. ¿Qué medidas está tomando el Estado para evitar posibles fugas que tendrían graves consecuencias», señaló en Twitter.

Durante la gestión de Etchevehere en el Ministerio de Agricultura (2017/2019) este asunto estuvo completamente trabado. Incluso se habían generado fuertes internas con otros ministros del Gabinete de Macri que estaban a favor del transgénico como Lino Barañao y Dante Sica.

El tema, según pudo saber LPO con diversas fuentes, también se debatió en la semana en varios grupos de WhatsApp de productores agropecuarios. Allí se generó polémica y fuertes discusiones porque el transgénico divide a los que están a favor y los que están en contra.

En este sentido, por las dudas, la Mesa de Enlace aclaró y se atajó ante posibles críticas: «Reiteramos nuestro apoyo a la ciencia nacional, la innovación tecnológica y los servicios que se siguen realizando en nuestro país, con vocación de aportar al desarrollo económico y social».

Cabe mencionar que la cosecha argentina de trigo ronda las 20 millones de toneladas. Se estima que, mediante la aprobación del HB4, podría crecer la producción y, por ende, las exportaciones que se ubican en torno a las 12 millones de toneladas por año.

El problema que plantean algunos integrantes de la cadena triguera es que en el mundo hay otros compradores de trigo argentino que aún mantienen prohibido dicho desarrollo biotecnológico por objeciones referentes a la salud y al consumo humano.

Un aspecto no menor es que los funcionarios del Gobierno y los directivos de Bioceres ya iniciaron el año pasado los trámites tendientes a aprobar los protocolos del trigo tolerante a sequía en países como Estados Unidos, Uruguay, Paraguay y Bolivia, entre otros.

«Hay trámites presentados ante Brasil, nuestro principal comprador, pero aún no hay nada concreto al respecto. Y a pesar de esto la molinería brasileña pone serios reparos y advertencias ante la eventualidad de embarques a dicho país con presencia de trigo HB4», alertó la Mesa de Enlace.

En la próxima campaña 2021/22, las exportaciones de trigo ascenderían al orden de los 3.200 millones de dólares. «Este valor peligraría en caso de que Argentina no sea considerada como un oferente de trigo pan», concluyó la Mesa de Enlace en un claro mensaje a Domínguez.

Fuente: LPO

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