Martín Guzmán garantizó 7000 millones de pesos extras para subsidiar el transporte del interior del país y  facilitar la aprobación del presupuesto 2021, que de todos modos no obtuvo dictamen y recién lo tendría el jueves para que sea tratado en el recinto la semana siguiente.

Como explicó LPO, el ministro de Hacienda recibió reclamos de gobernadores oficialistas y opositores, pero no está dispuesto a incrementar el déficit fiscal previsto, de 4.5% del PBI, y la única manera de evitarlo es bajar partidas y agregar otras.

A esa tarea se abocó este fin de semana el equipo de Guzmán y los primeros borradores llegaron este martes a la Comisión de Presupuesto de Diputados y fueron anunciadas por su presidente Carlos Heller, quien de todos modos no alcanzó a pulir el texto final.

La solicitud de aumentar los subsidios al transporte del interior unió a todas las fuerzas políticas. Según la letra del presupuesto, de los 99 mil millones de pesos para colectivos, sólo 13 mil son para el interior y Heller anunció que habrá 7 mil más, pero no conformó.

El aumento del 50% en las partidas para el transporte del interior es un esfuerzo importante y pido que se valore. No tengo inconvenientes en que se siga gestionando, pero es lo que se hizo estos días. Hay un marco de referencia, que es la pandemia y la herencia. 

El diputado del Frente de Todos Jorge Romero, de Corrientes, sostuvo que si no se puede subir más esa partida se quite una parte de los 67 mil millones destinados a subsidiar el transporte del área metropolitana. Y el diputado de Córdoba Federal Paulo Cassinerio solicitó 10 mil millones más.

«Con estos números, sería un 20% de los subsidios para el interior, un incremento de 15% con relación a 2020 cuando hay una inflación del 29%. Estaríamos recibiendo poco menos del 20%, cuando en 2016 llegó a 32.9. Retomar a esos porcentajes es oportuno y necesario. Por eso pedimos ascender a 30 mil millones de pesos», reclamó el aliado de Juan Schiaretti.

No se quedó ahí: pidió incrementar de 44 a 65 mil millones de pesos previstos para financiar los déficit previsionales de las 13 provincias con cajas propias, que se vienen pagando con año y medio de retraso, con el costo inflacionario a cargo de las provincias.

Heller suplicó prudencia: «El aumento del 50% en las partidas para el transporte del interior es un esfuerzo importante y pido que se valore. No tengo inconvenientes en que se siga gestionando, pero es lo que se hizo estos días. Hay un marco de referencia, que es la pandemia y la herencia. Si se aíslan, no se puede analizar», protestó. Sólo garantizó 4100 millones de pesos más a distribuir en universidades. Y prometió que pronto llegará una reforma tributaria para sumar ingresos que compensen los gastos.

Cuando empezó la reunión, anunció que repartiría nuevas planillas anexas con un retoque de obras públicas, pero no alcanzó ni para callar a los propios: el entrerriano Marcelo Casaretto confirmó que estuviera incluido el giro automático de fondos de los excedentes de Salto Grande y el jujeño José Luis Martiarena quiso sumar obras viales. «Me lo hubiera dicho antes», le reprochó Heller.

El riojano Sergio Casas reprochó una vieja lista de obras públicas congelada en los últimos años y la salteña Alcira Figueroa, reemplazante de Juan Ameri, debutó con un reclamo de aumento de partidas las universidades.

«Tenemos que entender que este es el proyecto de presupuesto de dos crisis históricas: la financiera que empezó en 2018 y la pandemia. Los diputados de la oposición no pueden ir a la televisión a pedir que bajemos el gasto y reclamar partidas», se indignó el oficialista Itai Hagman.

Luciano Laspina, del PRO, propuso revisar las partidas en detalles y fijar prioridades para cumplir con algunos viejos reclamos como aumentar las partidas para la niñez. «Evaluemos qué es importante y decidamos. De pronto una plazoleta no es tan prioritario como los niños, que en un 52% son pobres».

La agenda de cambiemos ni siquiera fue tocada por Heller aun cuando el jueves los gobernadores de ese sector la expusieron ante el secretario de Hacienda Raúl Rigo, con Sergio Massa de testigo. Además de los subsidios al transporte, solicitan habilitación para tomar deuda en pesos que le permita suplir su déficits y coparticipación del impuesto Pais, que recauda por gastos en moneda extranjera.

La comisión comenzó con un informe de Marcos Makón, titular de la oficina del presupuesto del Congreso, quien describió los informes de su equipo sobre los gastos y egresos de 2021. Un 52% será para servicios sociales y un 10% para subsidios económicos, que es el que amentará.

Y dio un detalle que suele pasar desapercibido: sólo el 12% se invierte en gastos de funcionamiento entre los poderes del Estado. «En las provincias, con la salud y la educación, este rubro se lleva casi todo», diferenció.

Otro tema siempre polémico es el financiamiento del Banco Central, que este año llegó al 56% del total y será del 35% en 2021, con 800 mil millones de pesos, fondos que no se coparticipan en las provincias.

Hay 2.2 puntos del PBI invertidos en obra pública, con 1170 proyectos y 23 que absorben el 50% de los gastos. La oposición le reprochó una estimación menor de ingresos que el texto oficial, que la OPC adjudica a estimaciones más modestas en los incrementos salariales.

Fuente: LPO

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