Por Martín Faciano
Tiempos de cambio (e incertidumbre en algunos casos), se viven hoy en las esferas de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán. Es que en las últimas horas se confirmó una información que venía circulando a modo de rumor: la salida del Concejo Deliberante del edil «Fredy» Toscano, y su desembarco en el gabinete del intendente Germán Alfaro.
Con la solicitud de licencia en curso en el Concejo Deliberante, Toscano se prepara para asumir en reemplazo de Herminio Veglia, al frente de la Secretaría de Obras Públicas de San Miguel de Tucumán. Hasta esta parte, la secretaría venía teniendo un rol nétamente técnico. Por eso se da por descontado que con el arribo del concejal electo por el acople «Viva la Ciudad», la cartera municipal de Obras Públicas adquirirá un perfil más político.
Cabe recordar que Toscano es un dirigente alfarista desde la primera hora y llegó a oficiar de Jefe de Campaña de la diputada nacional Beatriz Ávila, cuando la parlamentaria secundó a José Cano y resultó electa en las legislativas nacionales de 2017.
Por ese motivo, la llegada de este alfarista `paladar negro´, a un gabinete integrado mayoritariamente por funcionarios técnicos y aliados políticos del jefe municipal (Claudio Viña ex Fuerza Republicana y Federico Romano Norri de la UCR, por ejemplo), no es un detalle menor si se tiene en cuenta de que el mandato de Ávila culmina el año próximo.
Por otro lado, la banca que se liberará en el Concejo Deliberante será ocupada por Sandra Miranda (hija del ex gobernador Julio Miranda), quien acompañó a Toscano en las elecciones provinciales de 2019 y estuvo desempeñándose como Directora de Familia en el municipio, hasta que a fines del año pasado pidió licencia de su cargo.
Con estas modificaciones y los últimos cambios de nombres en las direcciones y subsecretarías, el intendente Alfaro pareciera haber hecho un alineado y balanceo en su gabinete municipal. Todavía resta esperar para ver si habrá sorpresas en el reperfilamiento político de una segunda gestión municipal que todavía no llegó ni a la mitad de su nuevo mandato.
Las tensiones en el alfarismo eyectaron un funcionario municipal «berarduccista»
