«El que pueda repetir, que repita»

Por Martín Faciano

«El que pueda repetir, que repita», se escuchó decir a uno de los tantos referentes políticos que el pasado fin de semana organizaron un locro para celebrar, junto a sus dirigentes, el Día del Trabajador.

La consigna, que dejaba abierta la posibilidad de que los comensales de una locreada popular coman más de una porción, también se viene utilizando como una bajada de línea, poco sutil, que desde el binomio gubernamental le vienen haciendo a los intendentes, legisladores, concejales y delegados comunales que tienen la posibilidad de ser reelegidos en sus cargos en los próximos comicios provinciales. De esta manera, la dupla Juan Manzur – Osvaldo Jaldo utilizaría las reelecciones posibles, como eje ordenador en el armado político electoral del Frente Justicialista por Tucumán.

No obstante, hay casos de de dirigentes políticos del oficialismo provincial que avisan, para no traicionar, sobre sus primeros pasos en el intento de volver a ocupar los cargos en los cuales se desempeñaron hasta el año 2015, y que debieron abandonar por la imposibilidad constitucional de volver a ser reelectos. Algunos, como el Legislador Javier Pucharras, se atreven a ir asomando la cabeza.

El parlamentario por el Oeste, que debió abandonar la conducción municipal de Tafí Viejo por su imposibilidad de ser reelecto, pareciera hoy estar dispuesto a disputarle en 2019 la intendencia al actual jefe municipal taficeño, Javier Noguera. Para dar ese mensaje, Pucharras realizó, en vísperas del 1 de Mayo, un locro para unos 2000 comensales.

En un escenario similar está el ex alcalde luleño, César «Kelo» Dip, quien hoy, también con asiento en la Legislatura, se entrena para boxear en el próximo round electoral con el actual intendente de Lules, Carlos Galia. Aunque hoy la política los encuentre enfrentados, fue justamente Dip, Kelo parió a Galia como hijo político, posibilitándole ser el actual intendente.

Pero la situación, que se repite en diferentes municipios y comunas, no deja de ser una réplica de lo que sucede más arriba, en la pelea por la gobernación: la disputa entre el que se fue y quiere volver, con los están ahora y no se quieren ir.

Si la dupla gubernamental logra persuadir y contener las aspiraciones dirigenciales y las pretensiones rupturistas de los posibles díscolos, el justicialismo provincial oficialista cumplirá en 2019 su tradición de perder en la Capital, compensar en la Sección Oeste y arrasar en el Este.

Un Cambio con pocas variantes

Pero en Cambiemos para el Bicentenario son pocos los referentes que bregan por el cambio de roles dentro de la alianza macrista en la provincia. Mientras José Cano pelea por volver a ser candidato a gobernador, Germán Alfaro pretende retener la conducción municipal capitalina para el período 2019 – 2023, para hacer valer su peso como la pata peronista dentro del macrismo provincial, realizó en el Club Central Córdoba con dirigentes y afiliados del Partido por la Justicia Social (PJS), un locro para 3000 personas .

Así, las intenciones de los intendentes de Mariano Campero, Roberto Sánchez y Sebastian Salazar, de prorrogar su mandato por un período más en Yerba Buena, Concepción y Bella Vista, dejan en soledad a la Senadora Silvia Elías de Pérez,quien deberá pelear un lugar en la fórmula gubernamental con su correligionario José Cano y con el ex Ministro Prat Gay.

Por su parte, Domingo Amaya tampoco tendría problemas en ir  nuevamente detrás de una figura del radicalismo. El ex intendente capitalino por el FPV, viene demostrando que se siente bastante cómodo cerca de la dirigencia de la UCR. En ese contexto se entiende tanto  su acercamiento a la Senadora Elías de Pérez, su ex denunciante, y la reciente visita a Bella Vista, donde el joven intendente le convidó una generosa porción de locro. ¿Habrá repetido Amaya?

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