El secretario de Vivienda de la Nación, Iván Kerr, afirmó que no enviarán fondos federales para la construcción de casas sociales en Tucumán hasta tanto el Instituto Provincial de la Vivienda y Desarrollo Urbano (Ipvdu) se comprometa a ejecutar las obras en un marco de transparencia. Según el funcionario nacional, la Provincia no está cumpliendo con las factibilidades que exige el Plan Nacional de Vivienda y en esas condiciones no se pueden aprobar y firmar convenios de financiamiento.

Kerr aseguró, en ese sentido, que “prácticamente el cien por ciento” de las viviendas sociales que se están construyendo en Tucumán con recursos federales tienen acuerdos con gremios, sindicatos o mutuales, cuando esas casas están destinadas a familias en situación de vulnerabilidad con ingresos inferiores a dos salarios mínimos vitales y móviles ($ 22.600, desde diciembre).

“Ustedes saben mejor que yo la poca transparencia que ha tenido el Ipvdu en estos últimos tiempos. Queremos salir de ese esquema y hacerlo en un marco de transparencia. La Provincia no quiere firmar eso; bueno, nosotros no queremos transferir dinero libremente para que la Provincia haga la política que quiera. Con su dinero pueden hacer lo que quieran, pero con el del Estado nacional, las condiciones las fijamos nosotros”, lanzó el funcionario nacional en diálogo con LA GACETA.

Dichos cruzados

La polémica se encendió luego de que el gobernador Juan Manzur avisara, días atrás, que la provincia financiará 400 viviendas sociales (en diciembre comenzará la primera mitad) que fueron anunciadas en 2016, enmarcadas dentro del Programa Federal de Construcción de Viviendas “Techo Digno”. Al respecto, Kerr consideró que las declaraciones del mandatario fueron incorrectas. “El gobernador dijo que a las 200 viviendas las va a hacer la Provincia porque la Nación se niega a financiarlas. No, nosotros las financiamos, pero para eso tienen que cumplir con los requisitos que fija la Nación”, insistió el también presidente del Procrear.

El secretario de Vivienda de la Nación indicó que para el financiamiento de las 400 casas sociales el Ipvdu -a cargo de Noemí Ferrioli desde hace un año- presentó parte de la información, y se le otorgó una no objeción técnica condicionada, con el compromiso de que presentarían más documentación, algo que dijo que no ocurrió.

“Para poder aprobar y dar un financiamiento, hay que cumplir con ciertas factibilidades que hay que presentar, como servicios, factibilidad de dominial, certificados de inundabilidad… Tenemos un montón de viviendas por todo el país que se construyeron en lugares inundables, donde no hay un título de propiedad posible, que no hay servicios básicos, transporte o salud. Para que un proyecto sea elegible tiene que cumplir con estos requisitos urbanísticos. La Provincia no los presenta, y por ende es imposible que nosotros podamos aprobarlos; los perjudicados son los tucumanos”, recalcó Kerr.

– ¿Y si el Ipvdu no se adapta a las exigencias?

– El Ipvdu puede no llegar a acceder a fondos del Estado nacional, pero creo que lo vamos a poder resolver, tengo la esperanza. Ferrioli viene trabajando con nosotros, pero es una transformación que tiene que hacer la Provincia y, claramente, le cuesta. Si el gobernador quiere que se financien estas 400 viviendas con fondos nacionales, lo que tiene que hacer es que, a través del Ipvdu, se presenten las factibilidades que exige el plan para que podamos analizarlas, aprobarlas y entonces firmar el convenio de financiamiento.

El presidente del Procrear insistió con que no transferirán fondos nacionales para programas que tienen que apuntar a los sectores vulnerables cuando no se cumplen con los sistemas claros de selección de beneficiarios. “Hay gente que tiene ingresos medios y tiene derecho a la vivienda, pero no a un subsidio del cien por ciento del Estado nacional. Para los ingresos medios hay que buscar programas más inteligentes. Esto es para utilizar mejor los fondos, porque la necesidad y el déficit son enormes. Entonces no podemos estar regalando una casa por persona”, ejemplificó el sucesor de Domingo Amaya.

 

Fuente: La Gaceta

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