Por Martín Faciano

La aprobación del pedido de licencia de José Alperovich en el Senado de la Nación, ha desatado una carrera de operaciones políticas y judiciales subterráneas en pos de determinar quien reemplazará al ex mandatario en caso de que  el parlamentario acusado de abuso sexual por su sobrina segunda, decida renunciar.

Pero la disputa no se ha generado por meras especulaciones políticas en función de una pontencial renuncia, sino por la misma información  y las intepretaciones sobre la prórroga de la licencia para el ex mandatario, que emergieron desde la Cámara Alta.

Es que según indican fuentes del Congreso, el senador Alperovich apostaba a reintegrarse a sus funciones el pasado 26 de mayo, cuando culminaba su licencia sin goce de sueldo por 180 días, solicitada el 25 de noviembre de 2019, cuando la denuncia de su sobrina y ex colaboradora se hizo pública. De hecho, aseguran, el ex mandatario provincial, apostando a una suerte de defensa corporativa en el Congreso de la Nación, había avanzado en lograr el apoyo de otros pares para volver a su banca.

Sin embargo, las pretensiones del ex mandamás se diluyeron al chocar con la siempre atenta Diana Maffia, quien el 23 de mayo anticipó la jugada en su cuenta de Twitter: «El miércoles vence la licencia de José Alperovich en el @SenadoArgentina. Juzgado por violación, no sólo no renuncia sino que quiere recuperar su banca. Observamos con atención la conducta quienes ocupan puestos de responsabilidad política. Si el Senado no hace nada, José Alperovich (acusado de violación reiterada) vuelve a su banca. Basta la comodidad de la inacción», puso en sus redes sociales la reconocida feminista.

Diana Maffia no se quedó ahí, sino que con sutilezas denunció la defensa corporativa de el Senado: «El Frente de Todos, lo necesita para votaciones con mayoría agravada, como la designación de Rafecas como procurador. La oposición no es precisamente estridente, pide que extienda 6 meses mas su licencia. La Senadora antiderechos Elías de Pérez, tucumana como Alperovich, quiere pedir eso por escrito. Porque la vida del embrión es sagrada, pero si nacés mujer no te cuida nadie», fustigó Diana Maffia.

El reclamo de Maffia fue reforzado tres días después, el mismo 26 de mayo, cuando la Asociación de Abogadas Feministas presentó una nota dirigida a la Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner  para manifestarse  frente al presunto regreso de Alperovich a sus funciones. En el documento, las letradas firmantes plantean la inhabilidad moral de Alperovich para ejercer el cargo, solicitando a la conducción parlamentaria el apartamiento preventivo  de Alperovich y  su remoción al cargo como senador nacional.

Recién horas después de  que tomara estado público el documento de la AAF, el Bloque de Senadoras y Senadores del Frente de Todos emitió un comunicado (sin mayores precisiones), explicando que, finalmente, Alperovich no se reincorporará a la Cámara Alta y seguirá con su licencia abocado en su defensa en la causa que es de público conocimiento.

Sin embargo, recién dos días después, el 28 de mayo a las 12:30 horas, ingresaría formalmente  el pedido de extensión de la  licencia sin goce de sueldo, por 90 días, para el licenciado senador. La presentación sería realizada por Silvia Pini, secretaria privada del senador Alperovich.

Las fuentes parlamentarias indican que en  el transcurso entre la presentación realizada por el colectivo de letradas feministas y la solicitud de prórroga de licencia se definió, al menos en el Senado de la Nación, la suerte de Alperovich. En ese sentido, aseguran, que fue la Presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner, quien, pese a una intermediación de su ex presidenta provisional, Beatriz Rojkés de Alperovich, le bajó el pulgar al exgobernador.

El último intento de Alperovich habría sido solicitar la prórroga de la licencia por seis meses, de lo que se infiere que la solicitud de licencia por 90 días, no resultaría de la voluntad propia de Alperovich. Esos 90 días serían el plazo que le dieron al ex gobernador para que tenga margen de organizar su retirada ordenada, la cual hoy aparentemente consiste en operar para que en su lugar asuma Jorge Gassenabuer (2º suplente) y no la camporista Marieta Urueña Russo (1º Suplente). Para ello necesitaria que se aplique la Ley 27412, de Paridad de Género en Ámbitos de Representación Política, sancionada en 2017 y reglamentada en 2019. Llegado el caso, todo indica que la única vía para resolver el reemplazo, será la judicial.

Mientras tanto, el senador Alperovich y su esposa Beatriz Rojkés se aferran a la posibilidad de un cambio de voluntad de CFK, apostando a que el conflicto en torno a la banca se resuelva luego de que hable la justicia. Sin embargo, la conducción del Senado de la Nación, no estaría dispuesta a seguir asumiendo los costos institucionales de sostener un senador afrontando un proceso judicial acusado de abuso sexual, ni a esperar el desenlace de una causa  en la que pronto habrá novedades.

 

El camporismo apuesta a la renuncia de Alperovich para ganar una banca en el Senado

 

 

 

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