Cuando parecía que Atlético cerraba su triunfo ante el campéon y único puntero de la Superliga, Boca Juniors, un fallo arbitral cambió la suerte del Decano y del Xeneise. Luego de aguantar los embates de la ofensiva boquense, y mantener la ventaja conseguida con el gol de Javier Toledo en el primer tiempo, el Decano aprovechaba una de las pocas jugadas de peligro generadas en el segundo tiempo, para liquidar el pleito. Era el 2-0 para el decano, pero el juez de línea decidió cobrar un offside inexistente,  e invalidar el tanto convertido por Guillermo “Bebé” Acosta.

Posteriormente, en tiempo adicional, el recién ingresado Walter Bou se encargaría de empujar una pelota que había quedado en el área chica, para marcar el empate final. Así los hinchas Decanos se fueron masticando bronca y confirmando todas las hipótesis que señalan que el equipo del cual es hincha el Presidente de la Nación, es continuamente beneficiado por fallos parciales en diferentes instancias, tanto en el campo de juego como en los escritorios.

Si bien, las últimas cosechas de puntos para el Decano vienen siendo pobres, el empate de ayer parece haberle dado un poco de aire al DT Decano, Ricardo Zielinzki, cuya salida era inminente si  es que ayer sus dirigidos sumaban su tercera derrota consecutiva en condición de local.

Con la mente puesta  en lo que será su incursión a Avellaneda, para enfrentar el próximo 31 de marzo a Independiente en su cancha, el Decano retomará sus entrenamientos el próximo miércoles en Ojo de Agua, para delinear la táctica orientada a salir de la meseta en la que el equipo entró hace ya 6 cotejos.

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