Por Martín Faciano

La Senadora Nacional, Beatriz Mirkin, y el Diputado Nacional, Pablo Yedlin, participaron ayer de la cumbre del PJ Federal en la provincia de Córdoba. Allí, comandados por el gobernador cordobés, Juan Schiaretti, mantuvieron un encuentro con el resto de los parlamentarios nacionales que conforman los distintos sectores del peronismo no kirchnerista que pretende avanzar en su objetivo de consolidar el PJ Federal como una real alternativa política para el 2019.

En este contexto, atravesado por la intervención del PJ Nacional, el  circunstancial encarcelamiento del ex gobernador jujeño Eduardo Fellner y el procesamiento del Gobernador Juan Manzur, la figura de Juan Schiaretti se fortalece en el marco de lo que viene resultando hasta ahora, la versión más devaluada de la historia de la Liga de Gobernadores. Pero, en realidad, lo que cobra fuerza no es la posible proyección nacional del mandamás cordobés, sino los ejes discursivos que propone, los cuales ayer se sintetizaron en la idea de aportar a la gobernabilidad sin hacer cogobierno con la Casa Rosada. Una definición bastante tibia para un espacio que pese a no tener candidatos definidos, se presenta como capaz de desplazar al macrismo de la Presidencia de la Nación.

La nueva convergencia de los legisladores nacionales del bloque Argentina Federal, del Frente Renovador, y de CUMPLIR (Randazzismo), debe interpretarse como la obligada iniciativa política que deben demostrar los gobernadores e intendentes que quieren (o o simulan querer) ponerle un freno al avance territorial del macrismo, que hoy representa algo más que una potencial amenaza a las ambiciones, a las jurisdicciones y al poderío que detentan los barones provinciales y municipales del peronismo.

Con la cumbre realizada ayer en la provincia de Córdoba, parece haberse sellado, en parte y con algunas fisuras, la unión de los sectores parlamentarios que bajo el ala de los mandatarios pretenden disputarle al kirchnerismo el rol de de oposición en las cámaras del Congreso.

Hasta ahora el PJ Federal viene de la mano de los mandatarios provinciales y sus voceros, quienes ayer, más por el imperativo de neutralizar a CFK que por convicción, han manifestado la necesidad de tomar una mayor distancia  relativa con el Gobierno Nacional.

El futuro inmediato del  intervenido PJ Nacional, la posible sanción (en las próximas sesiones) de leyes tendientes a limitar los tarifazos y el endeudamiento, serán variables determinantes en la suerte de este armado que se asoma como una lanza sin punta.

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