Por Martín Faciano

Durante las últimas semanas ha tomado fuerza mediática un trascendido que vaticina un inminente retorno a las filas del Partido Justicialista por parte del jefe municipal capitalino Germán Alfaro y del Subsecretario de Interior de la Nación, Domingo Amaya.

Periodistas y analistas políticos se han encargado de construir una hipótesis al respecto, dándole un lugar central en el relato a la maniobra realizada por el Senador Nacional José Alperovich, la cual básicamente consistió en desafiar al Gobernador Juan Manzur con disputarle la gobernación en 2019. El mensaje enviado por el exgobernador fue emitido en el piso de La Gaceta, mientras el actual mandatario llevaba adelante una misión comercial y diplomática en el exterior. Desde entonces hasta esta parte, no ha habido un nuevo gesto de acercamiento entre el gobernador y su antecesor.

Sin embargo, lo expresado como novedoso en las últimas columnas periodísticas es algo que ya se venía mencionando en diferentes círculos políticos. Fundamentalmente, luego de la reunión que el Vicegobernador Osvaldo Jaldo y el Presidente Subrogante de la Legislatura, Fernando Juri, mantuvieron con la Profesora Olijela Rivas en el despacho del vice, el pasado 14 de Mayo. En aquella oportunidad, se habría hecho mención a un hipotético futuro escenario pejotista con los dirigentes que hoy representan el peronismo amarillo proyectándose ya por fuera de la alianza macrista y adentro del justicialismo provincial. Algo que hasta el momento puede sonar tan descabellado como la conformación del Acuerdo para el Bicentenario (ApB) allá por el 2015.

Pero las versiones de acercamiento de Domingo Amaya al oficialismo provincial datan de mucho antes: de las eventuales visitas a la provincia que el ex candidato a Vicegobernador por el ApB realizó durante su gestión al frente de la Subsecretaría de Vivienda y Hábitat de la Nación.

Distinto es el caso del Intendente de San Miguel de Tucumán. El relato construído sobre el retorno de Germán Alfaro a la estructura partidaria del peronismo provincial se empezó a bosquejar luego de las ¿críticas? que el alcalde capitalino expresó en torno a la breve visita que el Presidente Mauricio Macri realizó a Tucumán para los festejos del 9 de Julio. Aunque los comentarios del jefe municipal capitalino hayan incomodado y generado mucho más malestar entre sus colegas y adversarios políticos de la alianza provincial macrista, que en la mismísima cúpula del Gobierno Nacional, por ahora nada hace pensar que el Intendente Alfaro pueda dejar de apostar en pleno a la construcción y consolidación de su estructura partidaria propia, el Partido por la Justicia Social.

Que existan posibilidades de que Alfaro pudiera establecer un acuerdo electoral o político con algún sector del Frente Justicialista por Tucumán (más precisamente con el Vicegobernador Osvaldo Jaldo), no quiere decir que el intendente tenga que volver a presentar su ficha de afiliación al PJ que todavía preside (¿y conduce?) Beatriz Rojkés de Alperovich.

Hasta acá, Germán se ha mostrado decidido en no retornar al Partido Justicialista; mientras tanto, Domingo amaga.

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