Por Martín Faciano

Corría el año 1.996, Daniel Pasarella estaba al frente de la Selección Nacional, pasando por lo que  fue, quizás su peor momento al frente de la conducción técnica. Argentina debía enfrentar al seleccionado de Ecuador en Quito, el cual se impuso cómodamente en el marcador, por 2 a 0. En conferencia de prensa, Pasarella intentando explicar las razones de la derrota, y acusando a la altura de imposibilitar que su equipo despliegue fútbol, inmortalizó una frase: «la pelota no dobla, así no se puede jugar«. Aquella derrota había sido en el Estadio Olímpico Atahualpa, y es ahí hasta donde el Decano tucumano deberá trasladarse para definir su suerte en lo que será su primera participación en un torneo internacional.

Es que ayer, finalmente, se realizó en Asunción el sorteo de la Copa Conmebol Libertadores Bridgestone 2017, y se conoció el rival que el Decano tendrá cuando juegue la Fase 2 del torneo continental: El Nacional de Ecuador.

El partido de ida será en el Monumental José Fierro entre el 31 de enero y el 2 de febrero, y la definición será una semana después en  la ciudad de Quito, en el Estadio Olímpico Atahualpa. Si el Decano se impusiera en el marcador global, enfrentaría de inmediato en la fase siguiente a los ganadores de la llave que disputarán el Carabobo de Venezuela y el Junior de Barranquilla (de Colombia). Solo resultando victorioso en ambos casos, el Decano jugaría la Fase de Grupos de la nueva edición de la Copa Libertadores 2.017, formando parte del Grupo 5 junto con el Peñarol de Uruguay, el Palmeiras de Brasil y el Jorge Wilstermann de Bolivia. Pero para llegar a eso tendrá un duro camino ya que deberá visitar rivales que de locales se hacen muy fuertes, porque como bien se sabe, por esos lugares, la pelota no dobla.

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