El pasado 14 de noviembre, un día después de la última reunión que mantuvo la Comisión de la Banca de la Mujer del Senado de la Nación, la senadora nacional por Tucumán, Beatriz Mirkin, firmó una nota dirigida a la Secretaría Administrativa del Congreso de la Nación para que con suma urgencia se procediera a conformar y constituir de manera efectiva un Comité de seguimiento de Violencia Laboral y de Género en el ámbito del Senado de la Nación, para así dar cumplimiento al “Protocopo para la Prevención en Intervención en Situaciones de Violencia Laboral con Perspectiva de Género en el ámbito del Poder Legislativo Nacional”.

Cabe recordar que el Protocolo en cuestión fue creado a partir de la Resolución Conjunta 14/18 y reglamentada con la Resolución Conjunta 04/19, firmadas ambas por la presidenta del Senado Gabriela Michetti y por el titular de la Cámara de Diputados de la Nación, Emilio Monzó.

“La demora en la aplicación efectiva del protocolo contra la violencia laboral con perspectiva de género no hace más que dejar a las víctimas en una situación de vulnerabilidad extrema y una doble violencia, laboral e institucional, y como organismo debemos ser ejemplificadores y actuar en consecuencia de lo rubricado por las autoridades de esta cámara”, señala el texto que firmó Mirkin junto a una docena de senadoras nacionales.

Sin embargo, una semana después se realizarían en Tucumán y Buenos Aires las denuncias públicas por presunto abuso sexual contra el senador nacional José Alperovich, por parte de una sobrina suya que venía desempeñándose en la cámara alta como asesora de la senadora Mirkin.

Pese al fuerte impacto mediático que tuvieron las denuncias, y teniendo en cuenta la militancia feminista de la parlamentaria nacional, sorprendió a propios y extraños que la cómpañera de fórmula del denunciado y licenciado senador en los últimos comicios provinciales se mantuviera en silencio sin haberse pronunciado al respecto.

Si bien la senadora Mirkin no replicó los descargos de su socio político, con fuertes acusaciones hacia la denunciante, Mirkin tampoco se identificó con la postura de la Senadora Norma Durango, la Presidenta Comisión de la Banca de la Mujer que pidió públicamente que Alperovich dé un paso al costado o se tome licencia

¿Seguirá la senadora Beatriz Mirkin queriendo hacer Tucumán junto a José Alperovich?. Por ahora, en su biografía de Twitter, la «militante por los derechos de las mujeres» dice que si.

 

Fuente: Parlamentarios Tucumanos

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