Tras el retorno de sus vacaciones al exterior  luego de su derrota electoral en las elecciones provinciales de Junio, el senador nacional José Alperovich aprovechó el contexto de la campaña previa a las PASO nacionales para volver a la escena pública.

Así a través de un refrito de imágenes recicladas en sus redes sociales, y algunas esporádicas apariciones presenciales, el exgobernador salió del ostracismo para evitar el desbande de los dirigentes que todavía permanecen a su lado. Por eso, luego de la reunión que el vicegobernador Osvaldo Jaldo mantuvo en un bar del parque con los ex alperovichistas, el senador Alperovich volvió a utilizar sus redes para cerrar la tranquera.

Pero en el «Frente Hacemos Tucumán», el mensaje se percibe un tanto difuso en sus bases. Es que más allá de sus pronunciamientos discursivos en apoyo a la fórmula FernándezFernández,  los dirigentes que conforman el entorno más próximo del derrotado candidato no se han mostrado muy activos en el último tiempo.

«Acá las gallinas cacarean pero no ponen huevos», explica un dirigente que se define como un «pronto ex alperovichista», mientras subtitula explicando que en esta partida, Alperovich apuesta a la derrota del Frente de Todos y a un largo y posterior desgaste por parte del binomio Manzur-Jaldo.

Como si se aplicara la lógica del «cuanto peor, mejor» que se les endilga a los militantes de izquierda, no resulta descabellado pensar que el ex mandamás pusiera sus fichas, una vez más, en el debilitamiento de la conducción partidaria local. De hecho, quienes adhieren a la tesis que apunta al senador nacional como un parlamentario funcional al Gobierno Nacional y sus intereses de dividir al peronismo, advierten que la operación comenzó con el resultado de las legislativas nacionales generales, en Octubre de 2017, cuando el Frente Justicialista por Tucumán, cosechó 60.000 votos menos en relación a las primarias, perdiendo así una banca.

Fuente: Parlamentarios Tucumanos

 

 

 

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