Los rumores de una alianza  electoral entre el exgobernador José Alperovich y el actual jefe municipal capitalino, Germán Alfaro, convulsionaron la escena política local durante la mañana del viernes. Es que los rumores de un encuentro entre Alperovich y Alfaro, comenzaron a circular en las filas de ambas estructuras políticas y terminaron siendo  el principal tema de conversación en la mayoría de los cafés situados en las inmediaciones del edificio municipal, la  Casa de Gobierno y la concesionaria de autos.

Quizás las críticas que  durante la mañana del jueves, Alfaro deslizó contra el Gobierno Nacional, terminaron siendo el abono ideal para que la semilla de la duda prendiera entre algunos sectores de la dirigencia y los analistas políticos, quienes rápidamente empezaron a evaluar la factibilidad de tal acercamiento.

Las versiones que indicaban que había existido una cena entre ellos, rápidamente fueron desestimadas por operadores de ambos sectores. Lo concreto es que si bien no hubo una instancia de diálogo  directo y presencial entre Alfaro y Alperovich, hubo emisarios del senador nacional que  intentaron seducir al referente del Partido por la Justicia Social. En ese sentido, los ofrecimientos de la intendencia y la vicegobernación para Germán Alfaro y Beatriz Ávila, habrían estado a cargo del ex superministro Jorge Gassenbauer y de David Mizrhai, el concejal que encabezaría la lista única de ediles que llevará el alperovichismo capitalino en los comicios del próximo 9 de junio.

La maniobra, habría generado malestar entre los dirigentes alperovichistas que consideraban a Juan Luis Pérez, como el indiscutible candidato a intendente del espacio. Evidentemente, en el armado del «Frente Hacemos Tucumán», todavía, todo puede discutirse.

Por otro lado, las versiones que teorizan sobre el acercamiento entre Alperovich y Alfaro, terminaron por acrecentar el malestar que en el «Frente Vamos Tucumán», generaron las declaraciones vertidas ayer por el alcalde capitalino.

Por su parte, en las filas oficialistas, algunos funcionarios interpretaron la operación alperovichista como una muestra de nerviosismo por parte del espacio que lidera el senador nacional, quien en su afán de seguir sumando dirigentes (además de «los conversos» Armando “Cacho” Cortalezzi y Guillermo Gassenbauer), estaría dispuesto incluso a incorporar en sus filas a uno de sus principales enemigos públicos.

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