Por Facundo Arias

Todos los domingos, antes de la pandemia, miles de familias se agolpaban en casas para compartir un almuerzo, costumbre argentina si las hay. Detrás de los afectos, besos y abrazos, existe un submundo que puede ser origen de chimentos y hasta discusiones: ¿quién paga el almuerzo?  Desde una frialdad económica, por más que exista buena cooperación familiar en el reparto de los aportes alimentarios o gastos, puede haber desajustes. Esa escena se repite en la economía global a modo de negocios en los mercados financieros, y como ya no median los afectos, discutir sobre los aportes de cada uno no es ser tacaños.

Luego de la crisis económica de 2008-2009, detonada por el exceso de créditos hipotecarios concedidos a consumidores que no podían pagarlos, entre otras medidas la Fed -Banco Central de EEUU- bajó las tasas de interés casi al 0%. ¿Esto para qué? Para fomentar que el crédito sea más barato y las empresas y la gente puedan invertir y consumir más. All gastar  e invertirse más la economía podría volver a funcionar mejor.

En el tiempo de la llegada de Macri esas tasas en EEUU no pasaron del 2%, y los hedge funds o fondos de cobertura, que son empresas le hacen ganar dinero a otras empresas o particulares a cambio de que les des tu dinero les pagues una comisión, podían pedir prestado a una tasa baja allá y traer ese dinero acá, para básicamente prestarlo a una tasa más alta. Con un papel resulta más fácil, si yo te pido prestado $100 a un 2% anual en un año tengo que devolver $102. Si los $100 que pedí prestados se los presto a Jacinto por 6 meses y este me tiene que pagar un 15% de interés sobre esos $100 que le presté, salgo ganando: $13. En números: yo debo $102 a un Banco en EEUU y en Argentina me deben $115, o sea que cuando en Argentina me paguen me hice de una diferencia de $13. Negoción. A grandes rasgos, esto suelen hacer los fondos de especulativos.

Bajo engorrosos términos jurídicos y económicos estos fondos viven de eso, andan por el mundo buscando diferencias entre tasas de interés pidiendo prestado dinero barato, prestando dinero más car; comprando y vendiendo activos baratos, y vendiéndolos más caros. Al entrar y salir de los países hacen desastres.

Cuando EEUU baja tasas salen a rapiñar a países emergentes. Durante estos años hicieron aquí grandes diferencias con operaciones llamada Carry trade, que funcionan, como lo describimos más arriba, pidiendo prestado barato y prestando más caro. Esa operatoria la fomentó Macri con las Lebac y sus tasas del 70%, pero no son nuevas: la economía mundial así funciona y así viene funcionando desde hace años. Mercados financieros que concentran millones de dólares se mueven y pueden desestabilizar países tras sus ganancias.

Otro negocio de los Hedge Funds son los Bonos de Deuda Soberana. Estos son papeles contratos que llevan promesas de pago y pueden cederse a cualquiera que los quiera comprar. Los bonos de deuda soberana obligan a Estados, él es el deudor y es esa deuda la que hoy fondos como Blackrock, nos vienen a cobrar. El listado según lo difundido Pagina 12 con Alfredo Zaiat[1]

  1. Allianz: 1670 millones de dólares.
  2. Fidelity: 1650 millones de dólares.
  3. BlackRock: 1500 millones de dólares.
  4. Northern Trust: 800 millones de dólares
  5. AllianceBernstein (AB): 700 millones de dólares.
  6. HSBC: 470 millones de dólares.

Pero ¿quien es el Estado? En el caso de Argentina 45 millones de personas que en términos sencillos son los que aportan para que el Estado funcione.  Según el Informes Estadísticos de AFIP[2] a 2018 la Recaudación de Impuestos en porcentajes del PBI – valor de nuestra economía- era del 15,7%, de ese porcentaje casi la mitad, el 7,7%, proviene del IVA y la otra mirad,  7,5%, por Ganancias; por  Recursos Aduaneros se recauda en concepto de Retenciones el 0,9% y por Importaciones 0,8 del PBI. Pasando en limpio el Estado se sostiene centralmente por IVA y Ganancias, ambos implican el 87,71% del total de la recaudación tributaria argentina.

Detrás de IVA y Ganancias se encuentra el aporte mayoritario los ciudadanos y ciudadanas que tienen ingresos entre buenos, medios y bajos no hay millonarios.

Tanto las Lebac como los intereses pagados por los bonos de deuda soberana, implican una ganancia que nutren los bolsillos y los balances de grandes corporaciones que concurren a almorzar en los mercados financieros y financian Estados con desordenes económicos y necesitados de esos fondos, esa “ayuda” no es gratuita es un negocio.

Hoy al Estado aportan más los que menos tienen. Miles de compatriotas se encuentran haciendo filas comedores y merenderos de organizaciones sociales como Barrios de Pie, Dario Santillan, Movimiento Evita, entro otras, en busca de asistencia alimentaria. Esas personas no reclaman su aporte por IVA pagado en alimentos, servicios públicos o productos de limpieza. Ese aporte los hace más pobres y es comparativamente mayor al que hacen según sus ingresos sectores como el bancario o el exportador de soja. En cambio, si se exige algún aporte extra a los más ricos del país, y eso solo los hace un poquito menos ricos.

En la vida como en la economía siempre hay que preguntarse: ¿quién va a pagar el almuerzo?, En este caso entre los Hedge Funds y la Argentina. Un desenlace posible es que al de que un familiar multimillonario se vaya a su casa riéndose empanzado después de haber comido todo a su paso mientras el familiar más pobre ofició de anfitrión y pagó la mayor parte del almuerzo con la tarjeta de crédito que a fin de mes ni si quiera podrá pagar.

[1] 26 de Abril de 2020 – Alfredo Zaiat- Oferta de cande de deuda: quienes son los 10 acreedores más poderosos. – Pagina 12.

[2]   Información Tributaria Fuente: http://www.afip.gob.ar/institucional/estudios/

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